En el número 23 de la calle Illa Plana de Ibiza, en Talamanca, los vecinos llevan días muy preocupados por la apertura de un centro para menores extranjeros no acompañados (más conocidos como menas) gestionado por la Fundación Samu. El lugar es una urbanización privada con 12 viviendas adosadas y piscina y hasta ahora la tranquilidad formaba parte de sus señas identidad. Una tranquilidad que los residentes en la zona teman que pueda verse alterada por la presencia de estos adolescentes.
La Fundación Samu se hizo el pasado invierno con la adjudicación de la gestión de 32 plazas para menas por parte del Consell de Ibiza. Un contrato por dos años prorrogable otros dos y cuyo valor es de 13,2 millones de euros. El centro abierto en Illa Plana forma parte de este contrato y, en estos momentos, aloja a ocho menores que son atendidos por un mínimo de dos personas, según han explicado vecinos de la urbanización a Periódico de Ibiza y Formentera.
La presidenta de la Asociación de Vecino de Talamanca, Ana Lledó, ha señalado que «es un problema que está generando mucha inquietud en la zona». Lledó ha explicado que tanto ella como el administrador de la comunidad de propietarios se han reunido con representantes del Consell para trasladar su malestar por esta situación. «Nos han dicho que todo es legal y que han tenido que hacer esto porque el Consell no encuentra trabajadores sociales», ha añadido, «nosotros no tenemos nada en contra de los menas. Nuestra indignación es porque tenemos a policías, a médicos y a profesores malviviendo en condiciones fatales y estos chicos están en un chalé de lujo y con piscina. El Consell nos dice que es que tienen que estar en hogares pero los vecinos están muy indignados».
La presidenta de los vecinos de Talamanca ha explicado también que hasta la propiedad del chalé ha avisado de que solo pueden residir en el mismo siete personas, según figura en la cédula de habitabilidad. «Hay que ver si una vivienda unifamiliar puede ser una residencia para ocho menores y dos cuidadoras, aunque ellas no duermen porque por la noche están trabajando», ha explicado también Ana Lledó. Y ha concluido: «Esto es una urbanización privada en la que ahora mismo hay más menas que vecinos. El tema está caliente y preocupa sobre todo la inseguridad. Estamos agotando las vías diplomáticas pero, si no sirven, haremos movilizaciones vecinales».
Inseguridad
Residentes en la zona que han declinado ser identificados han explicado que es precisamente la posibilidad de que el barrio se vuelva inseguro lo que más preocupa. Tanto es así que los propietarios de las viviendas de Illa Plana 23 barajan ahora mismo tomar medidas como la instalación de cámaras de seguridad en la calle privada del complejo, además de prohibir expresamente que se pueda permanecer en la misma hasta altas horas o jugar a la pelota. «No es un sitio ni para estar ni para jugar», han señalado, «es una calle de paso. A nosotros nos dan pena los críos porque no tienen la culpa de nada pero no podemos entender que se abra aquí un centro de menas cuando en este barrio no hay nada para su integración. Por no haber no hay ni autobús. Esto no es un barrio adecuado para la integración de estos chicos».
Los mismos vecinos han indicado también que, aunque el centro ahora mismo «no da problemas, sí que es verdad que los chavales están por el barrio sin hacer nada». Y, al igual que Ana Lledó, han mostrado su estupor porque el Consell haya permitido que la Fundación SAMU instale en este lugar un centro para menas cuando se trata de «una vivienda en la que la cédula de habitabilidad dice claramente que solo pueden vivir siete personas». «El Consell nos ha dicho que pueden estar los ocho menores con dos cuidadores porque es una situación especial», han lamentado, «pero ha sido la propiedad la que dice que solo pueden vivir siete».
Para los vecinos es también preocupante que se ofrezca a los menas la posibilidad de vivir en una urbanización como esta mientras que numerosos trabajadores de la isla están ahora mismo en asentamientos de caravanas y chabolas. «Esto solo servirá para hacer mayor el efecto llamada porque se les está poniendo alfombra roja», han denunciado, «cada día comen de catering, viven en una urbanización de lujo, tienen piscina y no se tienen que ocupar de nada porque lo tienen todo. Si el Consell no tiene dónde meterlos que busque sitio. ¿Tienen que vivir a todo trapo cuando tienes a un montón de trabajadores en los asentamientos y los jóvenes de aquí se tienen que ir de la isla porque no encuentran vivienda? No es normal. Estos críos nos dan pena porque no tienen la culpa pero también nos da pena que se fomente el efecto llamada o tener que estar preocupados por si pasa algo».
Para el portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Ibiza, Héctor Andrés, «no es normal que se abra un centro encubierto en una vivienda particular». «Nosotros apoyamos totalmente a los vecinos», ha afirmado, «esto es una adjudicación del Consell a una empresa y no se pueden poner estos parches. Menos cuando son las políticas de Pedro Sánchez las que nos están obligando a acoger a estos menores y tutelarlos en lugar de mandarlos de vuelta con sus familias, que es donde han de estar. Ahora el Gobierno también quiere repartir a los menas de Canarias pero sin meter en ese reparto a las comunidades de sus socios de gobierno, Cataluña y el País Vasco. Obligaciones solo para unos».
Roc FerrerAhí está. Proposiciones de leyes que solo perjudican a la población. Bajada del SMI, conversion de terreno rustico en urbano (cas Mut), recorte de derechos. Pero nada, los fachapobres son así de idiotas y ahora lloran cuando los suyos tomen estás decisiones. Disfruten lo votado, jajja