La aerolínea low-cost Vueling se ha desmarcado de las acusaciones de overbooking y ha justificado el retraso de siete horas sufrido por numerosos pasajeros el pasado fin de semana en un vuelo de Ibiza a Barcelona debido a «un problema operacional».
Según una portavoz de la aerolínea, el avión que tenía previsto salir el pasado lunes a las 9 de la mañana sufrió un «problema operacional» y tuvieron que realojar a todos los pasajeros en otros vuelos, lo que creó «un cuello de botella» que afectó con retrasos a los pasajeros que tuvieron que esperar a que hubiera otra aeronave disponible.
Estas informaciones contrastan con las proporcionadas por el personal del mostrador del check-in de la aerolínea, quienes informaron a sus usuarios que se trataba en efecto de un caso de 'overbooking' y enfatizaron que es algo que sucede con asiduidad.
Preguntados acerca de la naturaleza del problema operacional, la aerolínea se ha abstenido de proporcionar detalles. Tampoco han precisado cuántas personas fueron afectadas por el problema ni en qué vuelo se les realojó.