Cáritas Ibiza está ultimando un proyecto pionero en el ámbito penitenciario con la apertura de un piso destinado a presos que, pese a reunir las condiciones para acceder al tercer grado, no pueden hacerlo por falta de recursos económicos o de un lugar donde alojarse durante los permisos.
En este sentido, según el director de Cáritas Ibiza, Joan Torres, esta entidad está ultimando una vivienda de tres habitaciones, con capacidad para cuatro plazas, que se convertirá en una alternativa para «los más desfavorecidos entre los desfavorecidos».
El objetivo, indicó, es dar respuesta a una necesidad que hasta ahora quedaba desatendida: la de internos que cumplen con los requisitos legales pero no tienen familia, vivienda ni medios para pagar un hotel o una pensión donde pasar sus primeras salidas. «Para acceder al tercer grado un preso necesita haber salido previamente de permiso, aunque sea por un par de días, pero si no tienen dónde ir, ese acceso se retrasa indefinidamente», explicaron desde Cáritas.
Con este recurso, agregaron, los internos podrán disponer de un alojamiento seguro que además «les conecta con los circuitos de acompañamiento, formación y apoyo social que ofrece la organización».
El piso, recientemente reformado, cuenta con tres habitaciones - una de ellas individual - y, según la entidad, «es más que suficiente» para cubrir la demanda real que existe en Ibiza. «Sabemos cómo se mueven los permisos y no se producen avalanchas de solicitudes. Cuatro plazas dan para mucho y permiten acompañar de manera adecuada a estas personas», señaló Torres a Periódico de Ibiza y Formentera. El proyecto, manifestó, no sólo contempla la vivienda, sino también un programa de apoyo integral.
Cáritas Ibiza colabora con la pastoral penitenciaria para cubrir pequeñas necesidades de los internos, como llamadas a sus familias o gastos básicos, según precisaron. Además, explicaron que el recurso se conecta con otros servicios de la entidad, como la labor de los trabajadores sociales, lo que facilita que las personas beneficiarias puedan iniciar un proceso de reinserción más estable.
La principal dificultad que afronta la iniciativa, según añadió, es la falta de financiación estable y la necesidad de llegar a acuerdos con las administraciones para garantizar su sostenibilidad a medio y largo plazo.
Proyecto importante
«Este piso es el proyecto más importante de Cáritas a corto plazo», destacaron desde la organización. La entidad insiste en que se trata de un recurso «muy asequible» y perfectamente integrado en su red de atención social.
«Queremos que los permisos penitenciarios no se conviertan en un obstáculo insalvable para quienes más lo necesitan», concluyeron.
Cáritas en España se financia a través de una combinación de aportaciones públicas, que incluyen fondos de las ADMINISTRACIONES AUTONOMICAS, LOCALES Y EUROPEAS, y donaciones privadas, que provienen de particulares, empresas, donantes anónimos, herencias y legados, así como de otras iniciativas como las colectas de la IGLESIA CATOLICA, que suponen más del 65% del total de la financiación. De nada.