Incendios en Ibiza: «Estaba tan nervioso por las llamas que apenas podía manejar la manguera»

Las llamas devoraban a una velocidad de vértigo los alrededores del terreno de Toni Nicolau. El fuego, cada vez más cerca de su casa, saltó hasta el patio de su casa a un montón de leña que había preparado para cortar de cara al invierno. Entonces empezaron a prender los pinos pero, gracias a la intervención de los bomberos y los vecinos, las llamas pudieron controlarse. Como él, otros tantos vecinos de la zona vieron como las llamas quedaban a escasos metros de su vivienda.

Sin embargo, y no sin una dosis de fortuna, no hubo que lamentar ni heridos personales ni grandes daños materiales, más allá de alguna ventana que reventó por la cercanía del fuego y alguna persiana fundida.

Casi sorprende teniendo en cuenta testimonios como el de Nicolau, que narra como vivió unas llamas «que avanzaban como una bola gigante de fuego». Y es que la combinación de hierba seca con un viento que soplaba con fuerza propició el avance del fuego.

Ante la presencia de las llamas, Nicolau comenzó a sacar las mangueras y a regar la zona, además de llenar el safareig para que el helicóptero del IBANAT pudiera coger baldes de agua. Sin embargo, confiesa que «con los nervios de las llamas, apenas era capaz de utilizar la manguera».

Ahora muestra todo el destrozo provocado por las llamas, aunque celebrando «que todo quedara en un susto» .

Las llamas se originaron junto a la avenida Sant Agustí. Allí, en una zona aún más residencial con una serie de pisos y adosados, fueron muchos los vecinos que vieron nacer las llamas.

Vecinos como Antonio, que también vivieron con nervios esos primeros instantes de las llamas, que agolparon a los vecinos frente al bloque de viviendas, preocupados por el posible avance de las llamas hacia sus casas.

Sin embargo, el viento empujaba en dirección contraria, alejando las llamas de todas estas viviendas. «Si no hubiera sido así, seguramente habría saltado a los coches que hay aquí y habría sido mucho peor», comenta Antonio.

Además, mientras las llamas avanzaban, se escuchaban múltiples explosiones. Y es que en el terreno donde surgieron las llamas había una serie de barcos, a la espera de ser reparados, cuyo combustible podría haber explotado como consecuencia de dichas llamas.

Andy, que trabaja justo delante    del lugar en el que se produjeron los hechos, cuenta como las llamas se alzaron rápidamente «hasta por encima de la altura de los barcos». Cuando han llegado a las oficinas a primera hora, todavía «olía muchísimo a humo», ha afirmado.

Tal y como se informó desde la Consellería de Medi Natural, en la extinción del incendio actuaron dos medios aéreos, dos vehículos autombombas, un total de 21 bomberos forestales y dos agentes de Medio Ambiente del Govern.