Los soldados de la UME pertenecientes al primer y tercer batallón han embarcado este viernes por la mañana con destino a Denia tras tres días de intenso trabajo en Ibiza, que el pasado martes sufrió un diluvio con más de 300 litros/m² en la capital de la isla.
La labor de la UME ha sido esencial para desaguar un tramo de la carretera del aeropuerto de Ibiza, una de las vías críticas de la isla donde se acumulaban más de tres millones de litros. La llegada el jueves de madrugada de tres bombas con gran capacidad de bombeo ha permitido extraer todo el agua de esta carretera y que a primera hora de este viernes ya estuviera operativa esta vía.
El director general de Emergencias, Pablo Gárriz, destacó la importancia de la presencia de efectivos como los de la UME. «Para hacer lo que estamos haciendo en dos o tres días, habríamos necesitado entre un mes y un mes y medio si solo hubiéramos utilizado nuestros recursos locales».
JomateixBueno estaba hablando en generales, siempre hay excepciones, como tu caso. Sobre todo en los estratos más altos (notarios, registradores, inspectores de hacienda, juez, etc) estoy seguro que también entra mucho en juego la vocación y las ganas de desempeñar la tarea. Pero en los niveles medios y bajos de la función pública existe más un deseo de asegurarse una seguridad laboral y vital que la vocación. Un ejemplo muy frecuente es el de la docencia. Creo que todos conocemos casos (yo en concreto varios, de conocidos e hijos de amigos) que estudiando la carrera nunca tenían la más mínima intención de dedicarse a la docencia, porque no les gustaba ni les interesaba nada. Después, con 28 o 30 años y habiendo dado más vueltas que la furgoneta del Equipo A (laboralmente hablando) se resignan y preparan oposiciones a profesor de instituto. Canjean el hacer una tarea que no les gusta, en un ambiente que no les gusta, con unos alumnos que no les gustan a cambio de la seguridad del trabajo fijo y estable, un sueldo decente y una buena pensión cuando se jubilen.