Tres días después de las lluvias torrenciales que anegaron el municipio de Ibiza y sus alrededores, el recuerdo de las inundaciones sigue muy presente en Puig d’en Valls. En pleno cauce del torrente que atraviesa el pueblo todavía se encontraba este viernes un coche destrozado, atrapado bajo un puente y convertido en símbolo de la fuerza del agua que arrasó la zona.
El coche arrastrado
Fina y Maria, vecinas del municipio, se acercaron a la vera del torrente para analizar los efectos del temporal. «Seguramente se quedó atrapado en el camino que cruza el torrente y la riada lo arrastró: ahí están las marcas», señalaba Maria, que no ocultaba su preocupación por la vulnerabilidad de la zona ante lluvias intensas como las del pasado martes.
Reforzar el muro
Ambas coincidían en apuntar la necesidad de reforzar las infraestructuras. «Se tendrían que arreglar los muros de contención, están en malas condiciones y no se sabe si soportarían otra riada como la del martes», advertía Fina mientras inspeccionaba los bloques de piedra que, en algunos tramos, mostraban grietas y desgaste. Para ellas, el temporal debe servir de advertencia: «Debemos tomarnos lo que ha pasado como una lección para estar prevenidos la próxima vez: tener el torrente limpio, los muros arreglados, un puente en el camino…».
Una lección
Pese a la dureza del episodio, las dos vecinas reconocen también que hubo decisiones acertadas que ayudaron a evitar una tragedia. «En el momento se tomaron buenas decisiones, como la de dejar a los niños en el cole, que evitó que hubiera alguna desgracia», subrayó Fina.
,,y parking de viviendas en altura? Ah noo,,que se pierde una planta de viviendas,, hoy en día, no sabría decir que es peor, al menos en la Isla..