Cala Gració fue este domingo el punto de encuentro de decenas de voluntarios que participaron en una nueva jornada de limpieza de playas organizada por el Ayuntamiento de Sant Antoni y la empresa FACSA, concesionaria del servicio municipal de agua potable. La actividad se enmarcó dentro del Día Internacional de la Limpieza de Playas y puso el foco en la importancia de cuidar el litoral del municipio.
Durante la mañana, los participantes se distribuyeron en grupos que trabajaron tanto en la playa como en el torrente cercano, retirando todo tipo de residuos. FACSA facilitó a los asistentes camisetas, gorras, guantes y bolsas, además de herramientas específicas para detectar microplásticos y otros restos que suelen pasar desapercibidos en la arena.
Josep Beltrán, coordinador de agua potable de FACSA en Baleares, explicó que estas acciones forman parte del compromiso de la empresa con el entorno. «Queremos agradecer al Ayuntamiento de Sant Antoni por volver a impulsar esta iniciativa y a todos los voluntarios que dedican su tiempo en domingo para venir a ayudar», señaló. Beltrán destacó que «aunque pueda parecer un pequeño gesto, cada acción cuenta» y recordó que la basura que se acumula en las playas «acaba afectando al ciclo integral del agua».
El responsable añadió que en este tipo de limpiezas «se encuentran residuos muy variados, desde microplásticos procedentes de la península hasta colillas y bastoncillos», y subrayó la necesidad de «concienciar a los más jóvenes para que adopten hábitos más responsables con el medio ambiente».
La concejala de Medio Ambiente, Pepita Torres, valoró la alta participación y explicó que con esta jornada se cerraba el ciclo de actividades programadas por el Día Internacional de la Limpieza de Playas. «Empezamos el día 20 de septiembre y hoy finalizamos», señaló. La regidora insistió en que la cita tenía un carácter «más lúdico y de concienciación», abierta a toda la población.
Entre los voluntarios se encontraba también un grupo de jugadores del club Portmany, acompañados por su presidenta, María José Castillo. «Siempre intentamos colaborar en actividades medioambientales y pensamos que era una buena oportunidad para que los chicos vieran de cerca lo que significa cuidar el entorno», explicó. En esta ocasión participó el equipo cadete.
La regidora recordó que los residuos más habituales siguen siendo los microplásticos, aunque también se recogieron bolsas, latas y restos de botellones en algunas zonas apartadas.
Que limpie el del Mambo, que es el que se forra. El muy gorrino.