Manuel dice que quiere dar a conocer su caso por si hay más personas en su misma situación y también necesitan ayuda. La Dana Alice le ha dejado sin un sitio en el que vivir. De hecho, junto a su pareja y su gato, Manuel ha dormido ya en la calle y desconoce dónde podrá hacerlo en estos próximos días. «Dios proveerá», asegura.
Con trabajo estable, Manuel vivía en una zona cercana a ses Salines, completamente anegada tras las recientes lluvias. En concreto, con su pareja y su mascota residía en un pequeño anexo construido junto a un chalet por el que pagaba 1.100 euros al mes. La pareja lo perdió prácticamente todo tras las fuertes lluvias del fin de semana: desde ropa a otros enseres.
Multitud de mosquitos y un olor «pestilente» son otras desagradables consecuencias de la Dana en esta zona. «El propietario, con quien no teníamos contrato, no ha querido saber nada de nosotros y se ha desentendido», lamenta.
Tras el fin de semana, y viendo la situación en la que quedó la vivienda, la pareja no tuvo más opción que marcharse y dormir en un coche que alquiló durante unos días.
«Hemos ido a servicios sociales y no nos ayudan. A Cáritas, y tampoco. Hemos llamado al 112 y a la Policía Local de Vila y de Sant Jordi y nada. Nadie hace nada por nosotros. Estamos durmiendo en la calle y me pregunto para qué pagamos impuestos si después nadie te ayuda», insiste.
Tal es su desesperación, que ha dejado su trabajo y ha comprado los billetes de avión para regresar a su lugar de origen este próximo lunes.
Manuel afirma que el hecho de tener una nómina impide poder optar a cualquier tipo de ayuda de los servicios sociales. «Me parece inhumano porque pagamos impuestos para esto. Es muy complicado irnos a un hotel. No aceptan la mascota y, además, tenemos unos gastos y no podemos pagarlo», asegura.
Tras las inundaciones del pasado 30 de septiembre, la pareja pudo adecentar un poco la casa y permanecer allí unos días más hasta que llegó la Dana este pasado fin de semana y Manuel y su pareja lo perdieron prácticamente todo.
Totalmente de acuerdo, por desgracia es así.. En Italia en los años 40 decían; "Hay tres cosas incompatibles entre sí: inteligencia, honradez y fascismo. Quién es inteligente y fascista, no es honrado; quien es honrado y fascista, no es inteligente; y quien es inteligente y honrado, no es fascista."