El presidente de Baleària, Adolfo Utor, ha informado este lunes de que la ley de limitación de entrada de vehículos en Ibiza tendrá consecuencias directas sobre la conectividad marítima y los precios del transporte de pasajeros y mercancías. «Si se castiga al transporte marítimo, habrá ajustes en la oferta», ha asegurado, destacando que la naviera ya ha reducido frecuencias y prevé nuevos recortes en las rutas con la isla. Según Utor, las restricciones impuestas por la normativa, que regula el acceso de vehículos a Ibiza y Formentera durante los meses de verano, están generando un efecto «negativo e irreparable» en la economía del transporte marítimo. «Si tenemos la posibilidad de traer menos pasajeros, tendremos que ajustar nuestra oferta en cantidad y en calidad. Habrá ajustes en la frecuencia y posiblemente haya más. Eso afectará a la conectividad de los residentes. Es pegarse un tiro en el pie», ha lamentado.
El presidente de Baleària ha añadido que estos ajustes podrían traducirse también en un incremento de los precios. «Cuando hablamos de ajustes de precios no podemos hablar a la baja», ha afirmado, recordando que las islas se suministran fundamentalmente por vía marítima -en alimentos, mercancías y bienes-, por lo que cualquier medida que afecte negativamente al transporte marítimo acabará repercutiendo en el coste de los productos básicos. Utor también ha explicado que Baleària ya ha tomado decisiones operativas para adaptarse a la nueva situación. Entre los cambios, ha destacado la supresión de la línea Dénia–Ibiza–Palma, que funcionó el pasado verano pero no se ha mantenido este año. También ha informado de que el barco que conectaba Formentera con Ibiza dejó de operar el 15 de octubre, un mes y medio antes de lo habitual, y ha sido destinado a la ruta Alcúdia–Ciutadella, con posibilidad de desplazarse posteriormente a Canarias.
Adaptación
«Nos adaptamos a la realidad y, cuando vienen mal dadas, ajustamos el gasto. Menos frecuencia significa menos gasto», ha señalado, precisando que la compañía no mantendrá servicios que generen pérdidas porque sería «insostenible». «No vamos a mantener rutas deficitarias por una decisión política que castiga injustamente al transporte marítimo», ha añadido, calificando la ley de limitación de vehículos como una medida «sin rigor» que «focaliza el problema de la saturación en los coches que llegan en barco, cuando la realidad es que su impacto es mínimo». En este sentido, apoyándose en los datos del estudio elaborado por la empresa Meteoclim, Utor ha subrayado que la reducción real de tráfico en la isla durante este verano fue de sólo 248 coches de media al día. «Menos 248 coches frente a los más de 120.000 vehículos que circulan en Ibiza es una cantidad insignificante», ha recalcado. Preguntado sobre si el aumento de precios será inmediato, ha respondido que «eso lo dirá el mercado». «Si se restringe la oferta, probablemente haya ajustes de precios, pero no puedo concretar en qué medida. Baleària se adapta. Lo hemos hecho siempre, incluso anticipándonos a los cambios», ha afirmado, recordando que la compañía mantiene conexiones diarias con Barcelona, Valencia, Dénia, Palma y Formentera, y destacando su papel estratégico durante situaciones de emergencia. «Cuando Ibiza sufrió las dos inundaciones recientes, fue Baleària la que programó barcos adicionales para transportar a la UME, bomberos y material de emergencia desde la Península y desde Palma. Ahí se demuestra la importancia del transporte marítimo», ha defendido.
CONCESIONES A OTRAS COMPAÑÍAS Y UNA PÚBLICA