El misterio del tubo hallado en la arqueta del torrente de sa Llavenera cercana al edificio Brisol de Vila sigue sin ser desentrañado. Nadie se ha hecho cargo hasta ahora públicamente de la responsabilidad y el Ayuntamiento de Ibiza ha llevado la pieza a la antigua depuradora «por si la pueden utilizar para algo», según ha explicado a Periódico de Ibiza y Formentera el concejal de Medio Ambiente, Jordi Grivé.
El edil sigue sin tener una explicación para justificar cómo un tubo de 710 mm de diámetro pudo acabar en el interior de una arqueta, provocando que esta no funcionara adecuadamente cada vez que llovía. Una situación que a lo largo de los últimos años ha causado sobre todo importantes molestias a los vecinos del edificio Brisol. «Es que es incomprensible», ha dicho Grivé, «sobre todo cuando piensas en cómo pasó por debajo del edificio Brisol y cómo quedó encajado en la arqueta».
Todas las hipótesis están abiertas. Incluso la de que el tubo pertenezca a elementos utilizados por Tragsa para la construcción del emisario de la depuradora que entró en funcionamiento en 2017. Elementos que, de ser así y sorprendentemente, aún se mantendrían almacenados en 2022 en un espacio cercano a la antigua depuradora, según se puede comprobar en aplicaciones como Google Earth.
Construcción del emisario
Desde Abaqua, que promovió aquella obra, se ha negado ahora saber algo de la procedencia del tubo. Sin embargo, distintas imágenes demuestran que tubos similares fueron empleados en la construcción del emisario. Considerando que, por su tamaño, estos tubos no son empleados en obras de edificios de viviendas y sí en públicas, no sería de extrañar que el tubo formara parte del lote que debía emplearse en la construcción del emisario.
Preguntado al respecto, Jordi Grivé ha preferido no pronunciarse, aunque sí ha admitido que, tal y como señaló días atrás la presidenta de la Asociación de Constructores de la Pimeef, Consuelo Antúnez, «está claro que el tubo pertenece a una obra pública que se hizo años atrás».
«Nosotros desconocemos si el tubo procede de esa obra», ha subrayado el concejal de Medio Ambiente de Vila, «lo que sí está claro es que el tubo es más nuevo que la arqueta y que tuvo que entrar allí por el canal del torrente. Tiene que haber venido de aguas arriba. El diámetro es enorme y eso solo se utiliza en infraestructuras públicas y de gran tamaño. Ningún particular emplea este tipo de tubos».
Grivé cree que «será imposible saber qué sucedió realmente» y ha concluido: «Hacia arriba está la depuradora. El tubo, si es de los que aparece en esa fotografía (en referencia a las imágenes que pueden observarse en Google Earth), pudo caerse en un temporal al torrente. Nunca sabremos de quién fue la culpa. Uno piensa que, en esa obra, alguien tuvo que darse cuenta de que faltaban 12 metros de tubo. Si fue así, supongo que iría en contra de los beneficios de la empresa».
Yo creo que este tubo es uno de esos tubos que se emplean para bajar los escombros desde cierta altura hasta la via publica, y que fue utilizado en las obras de construcción de las muralles árabes, pero se lo robaron.