Síguenos F Y T I T R
Hoy es noticiaEs noticia:

Un año después de la Dana de Valencia: historias de Ibiza que ayudaron en la tragedia

Efectivos destacan que este suceso marcó un antes y un después ante las emergencias

De izquierda a derecha: Domingo López, Jaime Villanueva, Jorge Nacher y José Raya | Foto: Jésica López

| Ibiza |

Un año después de la devastadora Dana que arrasó algunos pueblos de Valencia, los recuerdos siguen vivos entre los equipos de emergencias de Ibiza que se desplazaron hasta las zonas más afectadas. Bomberos, miembros de Protección Civil, voluntarios del Grupo Balear de Rescate, los vecinos que lanzaron campañas de recogida de donativos y alimentos para los afectados… Todos ellos recuerdan aquellas jornadas como un punto de inflexión, no sólo en su trabajo, sino también en su manera de entender la vida.

Al preguntarles por aquella imagen, sensación o situación vivida durante aquellos días que, un año después, les sigue acompañando, todos coinciden en que la mirada perdida de la gente era lo que más impactaba. «Ibas por la calle y veías a los vecinos caminar sin rumbo, completamente abatidos, en shock. Habían perdido todo: sus casas, sus negocios, su modo de vida», destaca Jorge Nacher, miembro del Grupo Balear de Rescate, junto a Jaime Villanueva, bombero de Ibiza, Domingo López, de Protección Civil de Sant Antoni, y José Raya, propietario de la empresa de transportes que ayudó a enviar víveres desde Ibiza a Valencia.

Todos ellos se reunieron ayer en las instalaciones de sa Coma, que fue el punto central de recogida de enseres, y recordaron aquellos días con una mezcla de orgullo y frustración. Ante todo, destacaron la labor de todas las autoridades y efectivos que se desplazaron y colaboraron durante aquellas jornadas tan duras, resaltando la implicación, entre otros, de la empresaria Nuria Moreno y Raúl Márquez, presidente de la Asociación Cultural Comunitat Valenciana de Sant Antoni y Sa Nostra Falla, así como la colaboración y disponibilidad de Baleària a la hora de facilitar el traslado de los equipos de trabajo y los enseres.

Durante la conversación entre ellos, Villanueva destaca que la magnitud del desastre fue tal que, aunque había visto inundaciones antes, asegura que «nada se parecía a aquello». En muchas localidades, el agua lo había engullido todo. «El barro, el olor, la tensión en el ambiente… era una escena que no se olvida. En muchos pueblos el 95 % de los bajos comerciales se perdió. Un año después, aún hay vecinos que no han podido volver a la normalidad», lamenta Nacher, resaltando que entre los primeros en llegar a Valencia estuvo el Grupo Balear de Rescate.

«A los dos días de la Dana ya estábamos allí. Nosotros no dependemos de ninguna administración; mandamos una carta de ofrecimiento y, si nos solicitan, salimos. Eso nos permite actuar rápido», apunta. El contingente balear oficial, señala Villanueva, tardó unos días más en desplazarse porque las islas también estaban en alerta meteorológica. «Los equipos institucionales tienen que coordinar grandes despliegues, con sanitarios, camiones y material pesado», agrega. Al respecto, indican que bomberos, Protección Civil y voluntarios se integraron en la zona de Torrent, Paiporta y Algemesí, donde trabajaron junto a la UME, la Policía y otros cuerpos. Allí vivieron el caos de los primeros días, cuando la ayuda desbordó la capacidad de organización. Durante la conversación también hablan sobre algunas historias humanas que encontraron sobre el terreno. «Tenía un amigo que lo perdió todo: su nave de 3.000 metros cuadrados, los camiones, la empresa de transporte, la peluquería de su mujer… », lamenta José Raya.

También explican que la sensación de impotencia fue constante. En algunos puntos, 30 profesionales trabajaban durante horas para desenterrar sólo dos coches y comprobar si había víctimas. «Imagina esa magnitud multiplicada por treinta pueblos», dice Jorge Nacher: «Era imposible llegar a todo, por muchos camiones que tuvieras». No obstante, pese a la dureza de situación, todos coinciden en que lo que vivieron también les reconcilió con lo mejor del ser humano. «Nunca había visto una ola de solidaridad tan grande», asegura Domingo López. «Nosotros pensábamos sacar un par de camiones con material y terminamos sacando doce. La gente traía palas, botas de agua, fregonas, todo lo que hacía falta», apunta José Raya, recordando cómo se organizaron recolectas y envíos constantes.

«Llegamos a llevar juguetes por Navidad, bicicletas y regalos recogidos por policías y voluntarios. En la cabalgata de Reyes de Alfafar, en lugar de carrozas, desfiló un camión de la UME con militares», manifiesta Nacher, destacando la gran respuesta de la juventud tras el suceso, así como del resto de la ciudadanía. «Hubo días de 14 horas seguidas de trabajo, sin parar. Nos tuvieron que decir: parad, descansad, pero queríamos seguir porque sabíamos que el tiempo era limitado y cada minuto contaba», subraya López, mientras Villanueva señala cómo se organizaron relevos para mantener la continuidad de la ayuda: «De Ibiza fuimos unos 30 efectivos entre bomberos, Protección Civil y voluntarios».

En relación a los vecinos de los pueblos afectados, precisan que un año después, siguen viviendo con miedo. «Ahora, cada vez que llueve fuerte, muchos reviven aquel trauma», explican, destacando que ante una alerta naranja o roja, sienten pánico. «Es comprensible. El agua, cuando llueve, sigue saliendo por encima de las aceras y el alcantarillado aún está lleno de barro. Es un miedo con fundamento», añade Villanueva.

La catástrofe, aseguran, también cambió la forma en que se afrontan las emergencias. «Lo que pasó en Valencia ha sido un antes y un después. Debido a esta experiencia, aquí en Ibiza, cuando hubo inundaciones hace unas semanas, la respuesta fue rápida: en tres días el puerto estaba limpio», subrayan. «Ahora las alertas se toman en serio, se evacuan los colegios y se limpian los torrentes antes», destacan.

Por su parte, la empresaria Nuria Moreno, que no pudo asistir al encuentro de ayer, precisa que enseguida contactaron con el alcalde de Algemesí, quien detalló cuáles eran las necesidades más urgentes: «A las 24 horas ya estábamos entre los primeros camiones llegando a la zona afectada», explica, agregando que en sólo tres días, se enviaron catorce trailers llenos de enseres. Al respecto, indica que la experiencia, además de dejar lecciones de solidaridad, evidencia las carencias en la gestión institucional de emergencias y la importancia de la colaboración ciudadana. Lo ocurrido en Valencia, señala, sigue siendo un recordatorio de que, cuando la burocracia falla, la solidaridad humana puede marcar la diferencia.

3 comentarios

user INCREIBLE | Hace un mes

TdXEntérate tú de quién tiene las competencias, Mazon, dejar de engañar y mentir a la gente, quien no denuncia un delito, se convierte en cómplice. Lo eres tú? Pues lo parece

user TdX | Hace un mes

INCREIBLEAcuérdate también del galgo de Paiporta.

user INCREIBLE | Hace un mes

Mazon sinvergüenza, dimite cerdo, espero que los muertos y más en el día de todos los santos, se te aparezcan uno por uno, a los pies de tu cama, en casa rincón de tu casa, durante toda tu vida, para recordarte que tú eres el culpable, tienes 229 muertos en tus espaldas y tú Partido Podrido te protege, reconoce al menor tu culpa, eres un impresentable.

Lo más visto