18 años después de lo previsto, el Ayuntamiento de Ibiza llevará este jueves a aprobación inicial el primer Plan de Emergencias Municipal (PEMU) de la ciudad. Así lo han anunciado este miércoles el alcalde, Rafa Triguero, y la concejal de Protección Civil, Catiana Fuster, en una rueda de prensa en la que ambos han subrayado que la ciudad es, a partir de hoy, más segura gracias a este documento.
Redactado por el geógrafo Pablo del Río, experto en ordenación del territorio y riesgos naturales y director de la empresa Geolat, el plan contiene un análisis de riesgos naturales, tecnológicos y antrópicos, un examen de infraestructuras críticas y zonas vulnerables, la distribución de medios técnicos y humanos de que dispone el Ayuntamiento, la forma en la que se ha de coordinar con el Sistema de Emergencias de Baleares (SEIB-112) y con el resto de administraciones en caso de emergencia.
Los principales riesgos en la ciudad de Ibiza son las inundaciones y los incendios. Y, con este plan, el Consistorio pondrá en marcha acciones como, por ejemplo, los simulacros para que tanto las administraciones, como los diferentes cuerpos de seguridad y los ciudadanos sepan qué hacer en caso de emergencias como pueden ser inundaciones o incendios. Así se pretende evitar, por ejemplo, situaciones complicadas como cuando recientemente los Bomberos encontraron dificultades para poder acceder hasta un inmueble que se había incendiado en el barrio de Sa Penya.
«Estaremos más preparados», ha dicho el alcalde durante la presentación de esta guía, «el objetivo es garantizar a residentes y turistas la seguridad ante cualquier tipo de emergencia».
Según recoge el plan, tres son los principales riesgos a los que pueden enfrentarse los ciudadanos en la ciudad: incendios forestales, inundaciones y el transporte de mercancías peligrosas. En el caso de los incendios forestales, el plan establece que el nivel de riesgo es moderado y localizado sobre todo en las zonas de Sa Serra Grosa y Ses Feixes de Talamanca. En lo que a las inundaciones se refiere, el documento señala que los tres puntos negros solo los barrios de Platja d’en Bossa, Figueretes y el área de influencia del torrente de Sa Llavanera, Ses Feixes y la zona de Talamanca. En este caso, el plan consigna que el nivel de riesgo es elevado y que será necesario «redactar u plan de actuación municipal frente a inundaciones». En lo referente al transporte de mercancías peligrosas, el plan indica que el riesgo es muy alto en algunos puntos debido a la necesidad de trasladar sobre todo líquidos y gases inflamables a Jesús y a través de la carretera de Sant Antoni.
El PEMU concreta, por otro lado, planes de evacuación para todos los barrios de la ciudad. Estos planes están detallados en el documento y contienen puntos de encuentro para que la población en caso de que haya de ser evacuada y vías de evacuación posteriores. Estos puntos tendrán que ser correctamente señalizados y divulgados por el Ayuntamiento. Además, fija zonas de acopio de materiales, logísticas, áreas de posible aterrizaje de helicópteros y albergues de emergencia y contiene un directorio de centros sanitarios, farmacias e infraestructuras críticas.
Si, por ejemplo, se diera una situación de emergencia por transporte de mercancías peligrosas en el casco histórico de la ciudad, residentes y turistas deberían concentrarse en el Obelisco a los Corsarios, el aparcamiento de Es Soto y el Paseo de Vara de Rey. Desde ahí, serían evacuados a través de la avenida de España, la Ei-800, la avenida de Sant Jordi y la Ei-700.
Triguero ha subrayado que las inundaciones de las últimas semanas han dejado claro que Ibiza ha de estar preparada para este tipo de emergencias. Entre 2011 y 2023 la ciudad ha registrado 15 episodios de inundación de diversa gravedad y que han afectado sobre todo a infraestructuras urbanas, equipamientos y servicios básicos. De ahí que sea necesario mejorar la gestión municipal del riesgo promoviendo actuaciones preventivas, limpieza de cauces, campañas de sensibilización ciudadana y mejora del drenaje urbano. En este último punto, el alcalde ha señalado que todas las nuevas obras han de llevar ya separadas las redes de pluviales y fecales. Y es que, en las últimas inundaciones, lo que más afectó a la ciudad no fue la lluvia en sí sino el agua que llegó hasta casi todos los barrios al acumularse en los dos cinturones de ronda. Sobre esta cuestión, el alcalde ha asegurado que sobre Vila cayeron unos 300 litros de lluvia por metro cuadrado que se convirtieron en algunos puntos en 8.000 litros al llegar hasta las calles el agua acumulada en las carreteras que rodean el municipio.
Catiana Fuster, por su parte, ha destacado que el PEMU «huye de los datos enciclopédicos» y que es un documento práctico y que ha de ser actualizado de forma constante. La teniente de alcalde también ha señalado es «una herramienta moderna y eficaz» a través de la cual el Consistorio podrá optimizar sus recursos destinados a emergencias y «proteger la vida de personas, del patrimonio y de los animales».
El PEMU, ha explicado también Fuster, es una obligación para el Ayuntamiento al tener el municipio más de 20.000 habitantes, un riesgo importante de incendios y de inundaciones y ser un destino turístico. «No es», ha añadido, «un documento genérico ni teórico. Se ha validado sobre el terreno con la Policía Local y Protección Civil». «Con este plan, Ibiza se coloca en la vanguardia de la planificación de emergencias», ha asegurado la teniente de alcalde.
El Ayuntamiento, finalmente, ha preparado también un plan específico de emergencias para los distintos asentamientos ilegales, en los que el riesgo que más preocupa es el de los incendios. Este plan ya recibió el visto bueno de la comisión que sigue este problema y su protocolo está activo desde principios del pasado verano.