El Director Insular de lucha contra el Intrusismo, Enrique Gómez Bastida, ha defendido en una mesa redonda sobre los retos de turismo y territorio la labor realiza por la institución para frenar la oferta turística ilegal. En su exposición, Bastida ha asegurado que, con el trabajo conjunto con todo el sector turístico, se ha llegado a acuerdos con las principales plataformas anunciantes, especialmente AirBnB, para retirar toda la oferta ilegal de la isla.
El plan de choque emprendido por el Consell, con el apoyo del resto de instituciones públicas, ha permitido que, por primera vez desde que se tienen datos, desde el 2016, y se excluyen los meses de agosto en los que hubo restricciones de movilidad como consecuencia de la pandemia, este ha sido el primer mes de agosto en los cuales los indicadores de presión humana se han situado por debajo de las 300.000 personas en las islas de Ibiza. «Teniendo en cuenta que se trata una serie de hace ya ocho años, es un periodo de tiempo lo suficientemente consiste para asegurar que hemos reducido una tendencia».
Esta reducción de la presión humana se ha logrado, en palabras de Bastida, atacando únicamente a la oferta ilegal: «no hemos puesto ni una sola restricción o limitación a la oferta turística legal, tal y como se ha pedido desde ciertos sectores, y aun así hemos conseguido reducir esa presión humana de manera notable».
Y se ha hecho, precisamente, con la financiación del propio turismo, a través del ITS -Impuesto del Turismo Sostenible- «creando así un círculo en el cual el turista aporta recursos para combatir las malas prácticas propias de ese turismo».
Según los datos que el propio Consell Insular maneja, esta temporada se han eliminado 17.000 plazas de alquiler turístico que provenían de la oferta ilegal, a través de las diferentes plataformas.
AlexVaya, qué propuesta tan original: “el que no esté a gusto que se vaya.” Nunca se había oído. Es el argumento estrella de quien cree que Ibiza es suya porque pasó por el aeropuerto antes que los demás. Y eso de “ancha es Castilla”… Sí, claro. Muy ancha. Pero resulta que Ibiza también es ancha para acoger a cualquiera menos a quienes vienen con esa mentalidad de portero de discoteca caducado, decidiendo quién molesta y quién no.