La Oficina de la Dona del Consell de Ibiza atendió a 751 mujeres en el último año entre todos sus programas, según los datos presentados este viernes por la consellera de Bienestar Social en Ibiza, Carolina Escandell, y la directora del servicio Lourdes García, que ofrecieron un balance detallado de la evolución de la violencia machista en la isla. Aunque la cifra total se mantiene estable respecto al ejercicio anterior, el Consell advirtió de que la bajada registrada en algunos programas responde a cambios metodológicos en la contabilización de las atenciones, y no a una reducción real de los casos. Entre los datos ofrecidos destacaron las cifras registradas en el programa de alojamiento en hogares de acogida.
Al respecto, Escandell indicó que uno de los datos más preocupantes del informe es el progresivo aumento del tiempo medio de estancia. «En 2023 la media era de 46 días; en 2024 subió a 53; y este último año ha alcanzado los 59 días», apuntó, lamentando que este incremento está directamente relacionado con la crisis de vivienda que atraviesa la isla. «Es un problema estructural que afecta a toda la población, pero mucho más a las víctimas de violencia machista, especialmente a madres con hijos pequeños», señalaron.
«El miedo a quedarse en la calle o a perder la custodia de los hijos es uno de los principales motivos por los que muchas no dan el paso»
En total, este programa atendió a 97 mujeres, 15 más que el año anterior, junto a 59 niños y niñas. La mayoría de los casos, explicaron, fueron de urgencia, incluidas las 17 mujeres que llegaron a la isla en patera junto a sus hijos. «La mayoría de las usuarias atendidas sufrieron maltrato físico-psíquico, psíquico, físico-psíquico y sexual, o agresiones sexuales», precisaron. En esta línea, añadieron que la dificultad para encontrar alojamiento en la isla es una de las mayores barreras para que muchas mujeres decidan denunciar. «El miedo a quedarse en la calle o a perder la custodia de los hijos es uno de los principales motivos por los que muchas no dan el paso», lamentaron. También destacaron que el programa de atención y tratamiento psicológico a mujeres víctimas de violencia de género volvió a ser el más voluminoso. En 2024 atendió a 497 mujeres, y este último año la cifra ascendió a 533. Sin embargo, la directora de la Oficina explicó que el incremento está ligado, en parte, a un ajuste interno en los criterios de registro: «Una misma mujer puede realizar consultas de diferentes ámbitos —laboral, personal o jurídico— y este año hemos afinado cómo se contabilizan».
Más de 1.400 sesiones
Aun así, el volumen confirma que el servicio psicológico continúa siendo el recurso central al que acuden las víctimas. En este programa, indicó, se realizaron 1.421 sesiones individuales y grupales, aunque la asistencia a terapias colectivas se vio limitada por la temporada turística, que dificulta horarios comunes entre las usuarias. También recordaron que muchas mujeres llegan tras años de maltrato y que la intervención psicológica es clave para romper el ciclo de violencia. «No hay maltrato físico sin un maltrato psicológico previo. Detectarlo a tiempo es fundamental», advirtió Escandell, que agregó que las mujeres que llegan al recurso presentan perfiles muy variados: residentes sin red de apoyo, trabajadoras de temporada, turistas que han sufrido una agresión durante sus vacaciones o víctimas derivadas desde cuerpos policiales o servicios sanitarios.
El programa de atención psicológica a hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia atendió este año a 52 menores, una cifra ligeramente inferior a los 65 del año anterior. La Oficina aclara que esta variación no es significativa y responde a la composición de las familias atendidas en cada periodo. Sí aumentó el número de sesiones, en total 275. Al respecto, desde la Oficina de la Dona insistieron en que los menores no son «testigos» sino víctimas directas y que atenderlos es imprescindible. El programa de atención a mujeres víctimas de agresiones sexuales atendió a 40 mujeres, frente a las 51 del año anterior. No obstante, los responsables insisten en que esta bajada «no es real». El problema, explicaron, es que las estadísticas de agresiones están fragmentadas entre distintos servicios —Oficina de la Dona, juzgados, cuerpos policiales, salud pública— y en muchos casos no se sabe si un mismo caso está duplicado o no.
Unificación de criterios
«Necesitamos una unificación de criterios. Hoy por hoy no tenemos una fotografía completa de la situación», admitió Escandell, adelantando que con la próxima puesta en marcha del Centro de Crisis 24 horas, el Consell confía en centralizar la información y mejorar la detección. Durante la presentación, también abordaron el perfil de las víctimas, destacando que, de las 533 mujeres atendidas en el programa psicológico principal, 238 son españolas y 254 extranjeras. «Los continentes más representados son Centroamérica y Sudamérica, aunque la baja presencia de mujeres africanas y asiáticas no refleja una menor incidencia de violencia, sino mayores barreras para pedir ayuda: comunidades más herméticas, dificultades idiomáticas y menor conocimiento de los recursos disponibles», lamentó Lourdes García. En esta línea, indicó que es importante llegar a estas mujeres. «Sabemos que sufren violencia porque cuando llegan menores migrantes muchas vienen con secuelas evidentes», explicó la consellera, señalando también las diferentes derivaciones externas.
En total, la Oficina de la Dona recibió hasta 159 derivaciones. La mayoría, informaron, procedió de los cuerpos de seguridad, seguidos de los servicios sanitarios y los juzgados. También se registraron derivaciones desde el 112, servicios sociales municipales y distintas entidades sociales. «Más del 70 % de las mujeres que reciben atención psicológica han presentado denuncia, un porcentaje similar al de años anteriores», precisaron. Aun así, la Oficina insistió en un mensaje clave: no es necesario denunciar para recibir ayuda. «Estamos para acompañar, no para fiscalizar. Si una mujer sufre violencia - o si alguien del entorno sospecha que la sufre - que venga. Aquí estamos para ayudar», remarcaron.