El Consell d’Eivissa defendió ayer las nuevas normas urbanísticas de Sant Josep como una vía para desbloquear el suelo urbano y reducir la presión sobre el rústico. Una medida que destacó el alcalde del municipio Vicent Roig tras la aprobación inicial de las Normas Provisionales de Planeamiento (NPP) de Sant Josep por parte de la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico (CIOTUPHA) del Consell d’Eivissa. Al respecto, Roig explicó que el objetivo principal de estas normas es «poner orden» en el municipio y avanzar hacia una política urbanística «fiable, transparente y coherente».
Desde el Consell defendieron que este instrumento transitorio es una herramienta clave para recuperar la seguridad jurídica y permitir que cientos de familias puedan ejercer sus derechos urbanísticos en suelo urbano. El conseller insular de Territorio y Movilidad, Mariano Juan, destacó que durante años se ha generado una situación de inseguridad jurídica que ha impedido a numerosos propietarios desarrollar parcelas que siempre han tenido la condición de suelo urbano. «No tiene sentido que personas que disponen de un solar urbano heredado de su familia no hayan podido edificar su vivienda o su proyecto de vida», señaló, subrayando que esta situación ha tenido como consecuencia indirecta un aumento de la presión urbanística sobre el suelo rústico, que no estaba bloqueado.
Al respecto, destacó que estas nuevas normas permiten corregir interpretaciones contradictorias y problemas de gestión que habían bloqueado durante años el desarrollo de suelo urbano y urbanizable. Desde el Ayuntamiento indicaron que el desbloqueo de estos ámbitos urbanos es fundamental para frenar la expansión desordenada en suelo rústico y establecer límites claros al crecimiento.
Roig remarcó que uno de los ejes de las nuevas normas es precisamente reducir la presión sobre el territorio no urbanizable, al tiempo que se combate la especulación y se aporta estabilidad al municipio mientras se redacta el nuevo planeamiento general.
El alcalde insistió en que las normas provisionales no suponen un crecimiento descontrolado, sino todo lo contrario: una ordenación más racional del suelo urbano y urbanizable existente, que llevaba años sin poder desarrollarse. Por su parte, el presidente del Consell d’Eivissa precisó que las NPP se plantean como un marco transitorio necesario ante las graves deficiencias técnicas de las Normas Subsidiarias de 1986, que no estaban adaptadas a la legislación urbanística vigente y generaban dificultades tanto para los propietarios como para los servicios técnicos y jurídicos municipales. La falta de claridad normativa había derivado, según el Consell, en una gestión urbanística compleja y poco eficaz.
Marí quiso poner en valor el trabajo técnico y jurídico desarrollado por el Departamento de Territorio del Consell d’Eivissa, así como la colaboración entre administraciones para sacar adelante este documento. «Es un texto que nos da futuro, estabilidad y transparencia hasta que podamos contar con el nuevo planeamiento general», señaló. Tras la aprobación inicial por parte de la CIOTUPHA, el documento se someterá ahora a un periodo de información pública y a la emisión de los informes sectoriales correspondientes antes de continuar su tramitación hasta la aprobación definitiva.
Durante este proceso, tanto el Ayuntamiento como el Consell confían en que las Normas Provisionales «contribuyan a normalizar la gestión urbanística de Sant Josep» y a devolver la confianza a vecinos y propietarios afectados por años de bloqueo normativo.