El PP Balear ha solicitado la implantación de una Unidad del Dolor multidisciplinar en Ibiza, poniendo en evidencia ante el Parlament la actual desigualdad sanitaria respecto a Mallorca y Menorca. La diputada Sandra Palau defendió, este miércoles, la creación de este servicio especializado para dar cobertura a los pacientes de la isla que padecen dolor crónico y afecciones agudas complejas.
Según Palau, «al contrario que Mallorca y Menorca, Ibiza no cuenta con una Unidad del Dolor». La diputada explicó que el objetivo de la propuesta es «pedir al Govern la creación de una unidad destinada a la atención especializada de pacientes con dolor crónico y agudo complejo, que permitiría ofrecer una atención multidisciplinar, integral y de proximidad».
Desigualdad territorial
La diputada subrayó cómo esta carencia provoca una situación de desventaja evidente para la población pitiusa, que a día de hoy debe desplazarse a otras islas para recibir atención adecuada. Esta problemática no solo incrementa las dificultades para los enfermos, sino que también genera «un agravio comparativo en el acceso a los servicios sanitarios públicos», detalló Palau. El PP ha defendido que este servicio mejoraría la equidad sanitaria, reduciría derivaciones fuera de la isla y permitiría aprovechar mejor los recursos disponibles.
Durante su intervención, Palau destacó que el dolor crónico afecta en torno al 28% de la población balear, generando un impacto considerable en la calidad de vida y autonomía de los afectados. «Este hecho, además de su componente físico, genera un importante coste sanitario, social y económico. Supone una pérdida significativa de productividad laboral, un aumento de la demanda asistencial y, sobre todo, una merma sustancial en la autonomía personal y el descanso de los pacientes, que muchas veces se enfrentan a largos procesos de sufrimiento sin un tratamiento adecuado o coordinado», expuso la diputada.
La iniciativa registrada en el Parlament solicita específicamente la creación de un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de anestesiología, enfermería, psicología, fisioterapia y otras especialidades relevantes, con el objetivo de dar respuesta integral a los casos de dolor crónico y acudir a los estándares asistenciales más actuales.