Si hay alguien en Santa Eulària especialmente feliz en estos momentos es Susana González, la vendedora de la ONCE que repartió en la localidad 9.160.000 euros. Con el Cuponazo de los viernes, 79 cupones resultaron agraciados con 40.000 euros cada uno y un único cupón fue premiado con 6.000.000 euros.
Aunque este sábado era su día de descanso, Susana no tuvo demasiado tiempo libre atendiendo llamadas y hablando con los vecinos sobre los importantes premios que había repartido. Según reconoció, supo pronto quiénes podrían ser algunos de los compradores agraciados, aunque desconocía quién pudo haber ganado los seis millones. «Cada semana me dan una serie de 80 cupones y los dejo muy repartidos entre varios sitios. El resto los acabo de vender en el quiosco. Cuando me llamaron de la ONCE y me dijeron que había repartido muchos millones, no me lo podía creer», explicó Susana.
«He arreglado las Navidades a muchas personas», celebró.
La vendedora comenzó a repartir fortuna con la ONCE en 2005 y en este tiempo había dado algunos premios de unos 25.000 euros. «Estoy como un flan, muy nerviosa por dar un premio así. Ya tocaba en Santa Eulària porque es muy bueno para el pueblo y para los compañeros», insistió. Según explicó, cuando se reparten estas cantidades, la demanda de cupones aumenta.
Foto: Moisés Copa
Tristemente, el viernes ella no se quedó con ninguno de los boletos premiados. «Podría haber ayudado a mi gente, pero no pasa nada. Lo importante es que se haya dado el premio y ojalá haya sido para personas que también lo necesitan», manifestó.
Esta vendedora explicó que es posible que el ganador de los seis millones no quiera desvelar su identidad, puesto que es algo que suele suceder. «Esperemos dar otro gordo», concluyó.
Desde la ONCE recordaron que Susana atiende el quiosco del Paseo de S’Alamera. Así, los clientes de una cafetería cercana o de una gestoría que suelen comprarle cupones pudieron llevarse el viernes un buen pico.
En total, el Cuponazo repartió este día en diferentes puntos de España 9.720.000 euros en premios.
La once destroza la vida creando ludopatía para ser una organizacion d ciegos bien q ven q jueguen hasta enganchar