Cáritas Sant Antoni atraviesa una situación «delicada», con un inesperado incremento en el número de usuarios tras la temporada turística. «Tenemos a mucha gente en la recogida de alimentos y en el comedor social. El número de usuarios ha aumentado un poco y tenemos menos alimentos y las cuentas no cuadran igual», señaló Antonio Mohedas, director de la entidad en Portmany.
En una sola mañana cerca de 20 personas pueden acudir a diario al comedor social, mientras que el reparto de alimentos llega ahora a unas 70 familias. «La vivienda influye en la situación actual. Antes decíamos que, cuando alguien tenía trabajo, ya se arreglaba su situación, pero ahora vemos que muchas veces la gente tiene empleo, pero no puede acceder a una casa», apuntó el director.
El hecho de que la entidad haya dejado de recibir alimentos de la UE ha causado que su almacén de reparto se encuentre más vacío. Por ello, Modehas consideró «primordial» las donaciones de entidades como el Club Nàutic Sant Antoni que permiten a Cáritas seguir adelante.
«Hay ibicencos, que es algo que sorprende»
En la actualidad, la ONG ofrece servicios como el banco de alimentos, además de un comedor social para usuarios que no disponen de una cocina. También, cuenta con duchas y lavadoras que las personas pueden utilizar tres veces a la semana. El reparto de ropa, con su tienda solidaria, completa la oferta de servicios de Cáritas en Sant Antoni.
Sobre el perfil del usuario, Mohedas reconoció que «ha cambiado mucho» y no es extraño encontrarse con la mitad de usuarios de origen español e incluso «hay ibicencos, que es algo que sorprende».
En el año 2024, la entidad entregó alimentos a un total de 502 personas, 260 de ellas menores. En su comedor social, se registraron cerca de 70 usuarios. En cuanto al reparto de alimentos, Cáritas Sant Antoni entregó unos 22.000 kilos de productos. Desde la entidad reiteraron que en 2025 han sido atendidas más personas, pero se han donado menos alimentos debido a la situación de la ONG.
I el bisbat no aporta res?