El árbitro mallorquín Bartolomé Paredes Domingo se dirigió un domingo de octubre de 1985 a un entreno en el polideportivo de San Fernando y no se supo nada más de él. La investigación policial no logró aportar ninguna pista sobre el paradero del joven.
Años después, concretamente en 1993, sus padres acudieron al programa de televisión "¿Quién sabe donde?" donde relataron los hechos y aportaron sus sospechas. Magdalena Domingo declaró que su hijo mantenía relaciones con la mujer de un árbitro mallorquín de Primera División, en clara alusión a Tomeu Riera Morro.
Según contó, quince días antes de la desaparición escuchó la confesión de su hijo y el problema que le afectaba. Tolo le dijo que tenía que dejar esas relaciones porque el esposo le había amenazado. Además, el día anterior a la desaparición, en las dependencias de la Federación, el esposo le dijo a su hijo "Tolo, ve con cuidado porque te acordarás". Los padres insistieron en que Bartolomé era un chico normal que no tenía enemigos ni una doble vida. Ante estas declaraciones, Tomeu Riera Morro se sintió totalmente aludido y puso el tema en manos de su abogado.