El jefe de la Guardia Civil de Tráfico en Sevilla, Ramón Rueda, dijo ayer que el brigada Pedro Jiménez Menchén sacó el arma con la que mató a una joven «en legítima defensa», mientras que el PSOE e IU han pedido la comparecencia del ministro Jaime Mayor Oreja.
Los hechos ocurrieron el sábado, cuando la fallecida, Miriam Gómez Cuadrado, de 21 años, se dirigía hacia la barriada sevillana de Bellavista junto a Beltrán Pérez Sánchez, de 20 años, que circulaba sin carné de conducir y que desoyó los apercibimientos para detenerse en un control de alcoholemia. La joven falleció por un único disparo que penetró por la puerta trasera del coche, pasó entre los dos asientos delanteros, atravesó el brazo de la joven, entró en el tórax, perforó el corazón, antes de quedar alojado en la pelvis. Su familia ha pedido que el agente que disparó comparezca ante un jurado. El brigada, suspendido de sus funciones, disparó cuando el coche que conducía el novio de la fallecida -que ha sido puesto en libertad- «intentó sacarles de la carretera» al ser perseguido porque se había saltado un control de alcoholemia situado en Dos Hermanas, según Ramón Rueda.
La acción del brigada fue un acto de «legítima defensa» que «está legalizada ante una agresión que puede poner en peligro su propia vida o la de otros usuarios», según Rueda.