Jóvenes que todavía no han cumplido los 18 años, bien vestidos y con alto poder adquisitivo. Capaces de entrar en cualquier casa o establecimiento en busca de un dinero fácil que les va a permitir resolver, sin privarse de nada, un tiempo que no saben qué hacer para ocupar.
Es el perfil del delincuente juvenil de Eivissa, mayoritariamente de sexo masculino, en un estereotipo lejano al ladrón marginal que sólo busca cualquier cosa para canjear por droga.
Pocos trabajan, y los que estudian apenas cumplen con esta obligación. Una buena parte son hijos de familias sencillas y honradas que muestran su sorpresa cuando se les comunica que han sido arrestados por robar. Uno de estos jóvenes le sustrajo a su madre una importante cantidad de dinero, como luego se descubrió. En este entorno, también los hay que provienen de familias con problemas.
En dos años, la Guardia Civil, sobre todo gracias a investigaciones de la unidad de Policía Judicial, ha detenido a cuarenta jóvenes que responden a estas características, casi todos residentes en la ciudad de Eivissa y sus barrios.
Casi todos se conocen entre sí y cuando lo consideran oportuno se reúnen con el único propósito de organizar «campañas» que provocan grandes destrozos en las casas y locales asaltados e importantes pérdidas de dinero que gastan en pocas horas, según explicaron las fuentes policiales consultadas por este periódico. Un grupo reducido de ellos, tras entrar en un local de Platja den Bossa, se gastó un millón de pesetas en tan sólo dos días.
La Benémérita ha llevado a cabo tres importantes
operaciones
La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa detuvo
en el transcurso de dos importantes operaciones que se llevaron a
cabo el año pasado a un total de dieciocho jóvenes, casi todos en
edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. La operación «Sa
Murada», en las dos partes que duró, puso fin a una oleada de robos
que había azotado principalmente los barrios de la Marina, Can
Bellotera, Cases Barates e inmuebles de la carretera del
aeropuerto. Las cifras corren próximas a otra que se ha llevado a
cabo y que ha concluido recientemente después de tres meses de
investigación. La denominada «Operación Bolso» motivó el arresto de
trece jóvenes en Eivissa y el traslado de diligencias a Cataluña
para que respondieran por distintos robos otros dos que ahora se
encuentran en aquella comunidad.