Comisaría recibió ayer la denuncia de una de las principales diseñadoras de la moda Adlib que ponía en conocimiento de la policía la sustracción de ocho de los 25 vestidos que presentó en la gala del pasado sábado. Maru García, una de las promotoras del certamen, aseguró a este periódico que quien lo hizo «conocía de sobra el valor de estas telas».
La diseñadora sospecha que el robo tuvo lugar en una zona de tránsito donde se cambiaban las tops y donde, según aseguró, había poca vigilancia. Maru García se desplazó incluso en las horas siguientes al aeropuerto para ver si alguno de los participantes los había tomado. Su gestión resultó negativa «después de que todo el mundo se volcara conmigo al conocer lo ocurrido», explicó.
La creadora se encontró durante este tiempo con una sorpresa que no esperaba. Una de las telas fue encontrada en un contenedor de basura cercano a un hotel de Eivissa que colaboró con el certamen.
La organización se apresuró a asumir los costes de los daños causados después de que, en los primeros momentos de confusión, se denunciara el robo. García, sin embargo, dejó claro que una indemnización económica no servía para reparar la pérdida. «Algunos de los vestidos son irrecuperables porque fueron confeccionados hace 25 años. Su valor es incalculable, especialmente en lo referente a tres de ellos», comentó.