El trabajo se ha acumulado durante este pasado fin de semana en el Parque Insular de Bomberos. Las alarmas apenas dieron tregua durante el sábado, en servicios que tuvieron su continuidad durante la madrugada del domingo.
Los bomberos, tras un sábado repleto de salidas, concluyeron el día en un incendio forestal que se declaró pasadas las diez y media de la noche en Cala Gració y en otro incendio de rastrojos también el término municipal de Sant Antoni.
La madrugada del domingo comenzó con un servicio doble en Eivissa ciudad. Los bomberos entraron en una vivienda de la Avinguda Vuit d'Agost de la que salía después de que su propietaria se hubiera quedado durmiendo después de dejar una olla al fuego. Al mismo tiempo, pasada la una de la mañana, el Parque Insular tuvo que acudir al puerto de Marina Botafoch después de que un velero de quince metros de eslora sufriera una vía de agua en su atraque. Al patrón del barco se le prestó asistencia mientras se resolvía el problema mecánico que motivaba la entrada de agua.
Como ya informó ayer este periódico, los bomberos, entre las intervenciones más destacables realizadas el sábado, tuvieron que sofocar un incendio en un coche cuyo ocupante quedó en un principio atrapado tras sufrir un accidente y sobre la misma hora para apagar un fuego de matorrales cerca del cementerio viejo de Eivissa. Luego, hubo que desplazarse por la tarde al cruce entre Cala Vedella y Cala Tarida al arder un contenedor.