Juan Martín García, el joven que el pasado mes de septiembre acabó con la vida de Eduardo González «Edie», líder de la secta «Edelweis», en una heladería de Santa Eulària, se sentará a partir de hoy en el banquillo de los acusados ante un jurado popular en Palma para hacer frente a los diecisiete años de prisión que para él solicita el ministerio fiscal por asesinato. Por su parte, la defensa intentará demostrar que Juan Martín sufrió un trastorno motivado por la influencia mental que ejerció la víctima sobre el acusado.
Esta argumentación se basa en el hecho de que «Edie» lideraba una organización que bajo la tapadera de un grupo excursionista ocultaba realmente a una secta en la que sus monitores dominaban a los jóvenes. Precisamente, Eduardo González fue condenado en su día a 168 años de prisión por 28 delitos de corrupción de menores, de los que sólo cumplió seis. Una vez en libertad, abrió un local en Santa Eulària, Sa Gàbia. A mediados de 1997, tres jóvenes le acusaron de agresión sexual. Uno de los denunciantes era Juan Martín García.
El joven, de diecinueve años, citó a «Edie» el día 1 de septiembre del pasado año en una heladería de Santa Eulària. La víctima llegó en un coche BMW que aparcó en doble fila y se sentó junto a Martín García. Al parecer, ambos discutieron, sin que se conozcan detalles de la conversación que tuvieron, y, de repente, el joven sacó un cuchillo con el que degolló a Eduardo González y salió huyendo. «Edie» intentó llegar a su coche para dirigirse a un centro de salud pero al abrir la puerta cayó al suelo sin vida.