La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial ha ratificado una sentencia del juzgado de Primera Instancia número 5 de Eivissa que condenaba a un vecino de Jesús a pagar los daños causados por sus abejas en una casa ubicada a 250 metros de las colmenas de su propiedad.
La sala ibicenca, en un fallo de marzo del año pasado, da plenamente la razón a un vecino de esta localidad que pidió que se le pagaran los gastos originados después de que tuviera que pintar por tercera vez la pared de su casa por los perjuicios que había ocasionado una colonia de abejas, formada por una treintena de colmenas, próxima al inmueble donde residía. Este denuncia, presentada contra su vecino, ponía en conocimiento del juzgado «las picaduras que tanto él como su familia habían tenido que sufrir, así como las coladas de ropa que han debido ser nuevamente lavadas por resultar manchadas por la acción de las abejas». Asimismo, destacó en este mismo escrito que su juicio el polen y la miel que portaban las abejas y sus defecaciones eran las causantes de los daños en la fachada.
El juzgado de Eivissa, tras una prueba pericial que realizó en la casa un ingeniero agrónomo, consideró acreditado que las abejas del vecino de demandante eran las responsables de los daños ocasionados en la fachada por lo que se le condenó pagar 276.080 pesetas, cantidad pagada por la reparación de la pared. El demandado, no estuvo de acuerdo con el fallo de la sala ibicenca y decidió llevar este caso a la Audiencia.