La Audiencia Provincial ha absuelto a la joven de Sant Jordi que fue acusada por su pareja de quedarse con el premio de un «cuponazo» y que tuvo que sentarse en el banquillo la última vez que vino el tribunal a la isla para enfrentarse a los seis años de cárcel pedidos por la acusación particular al considerar que podía haber incurrido en un presunto delito de apropiación indebida. La Fiscalía, a su vez, solicitó un año y ocho meses de prisión para la acusada frente a los cuatro años que el ministerio público pedía al principio de la causa, iniciada hace tres años.
Ninguna de las partes personadas tenía ayer en su poder la sentencia del tribunal. Sin embargo, fuentes de toda solvencia aseguraron a este periódico que la Sala había resuelto el proceso con un dictamen de absolución tras excluir por completo de responsabilidad criminal a la acusada en una sentencia «muy técnica» en la que no se entra a valorar la titularidad del dinero.
Precisamente el hecho de a quién pertenecía el dinero, unos 200 millones de pesetas, sustentaba los razonamientos jurídicos de las acusaciones. El tribunal, según estas mismas fuentes, no prejuzga estos hechos y en un lenguaje eminentemente jurídico arguye claves de las que se desprende que la causa podría haber sido objeto más bien de un proceso por la vía civil que de uno penal, última vía por la que se instruyeron las diligencias.