Al menos doce personas murieron y centenares resultaron heridas o damnificadas a causa del terremoto que sacudió el pasado jueves el centro y el sur de México y que causó terror entre toda la población por su larga duración.
Diez de las víctimas mortales vivían en el estado sureño de Oaxaca, uno de los más pobres del país, donde se ubicó el epicentro del seísmo, de 7'4 grados en la escala abierta de Richter.
El terremoto dio comienzo a las 11'31 hora local (16'31 GMT) y fue el más prolongado que ha sacudido México en los últimos 14 años. En la capital -que aún recuerda los 50.000 muertos del terremoto de 8'1 grados de 1985- el terremoto dejó su huella durante más de un minuto, mientras que en Oaxaca algunos testigos hablan de tres minutos que se hicieron «eternos». El terremoto pudo sentirse en un radio de 900 kilómetros, confirmó el Centro Nacional de Desastres.
Oaxaca estuvo varias horas sin comunicaciones y las autoridades sólo podían transmitir por un sistema de satélite del ejército, explicó el gobernador estatal, José Murat. El Hospital Central de Oaxaca, con 160 heridos y enfermos, fue evacuado ante el temor de un derrumbe, pues sus paredes quedaron resquebrajadas. Según el gobierno, sólo en esta ciudad hay 400 viviendas y 100 comercios afectados. El Centro Nacional de Desastres advirtió que en los próximos días habrá réplicas de menor intensidad.