La próxima visita de la Audiencia Provincial a la isla, a finales del próximo mes de noviembre, coincidirá con el cuatro intento de la Justicia por juzgar al «Barón», Miguel Fernando Torres Rudilla, el «parapsicólogo» procesado en Eivissa por estafas que se le imputan por valor de cuatro millones de pesetas. Torres Rudilla, acusado también de un presunto delito de intrusismo por hacer valer supuestamente sus conocimientos en psicología sin titulación profesional pese a exhibir una placa acreditativa, se sentará en el banquillo jugándose seis años de cárcel que le pide la representación legal de sus víctimas.
El acusado, que actualmente ejerce en Palma, compareció por última vez antes del verano en una sala de lo Penal de Eivissa. La juez se inhibió en favor de un tribunal superior -la Audiencia Provincial- después de que la vista de este mismo caso se aplazara el pasado mes de marzo al pedir Torres Rudilla el cambio de abogado cuando se iba a iniciar el juicio. Se da la circunstancia que ese mismo día fue juzgado por el impago de una pensión que le demandaba su ex mujer.
Los continuos retrasos en la celebración de esta vista -cuando todo estaba ya supuestamente preparado- ha causado todas las veces la indignación de los testigos, algunos de los cuales trasladados expresamente en los tres señalamientos anteriores desde Canarias o Andalucía.