La Audiencia Provincial, con la conformidad de los acusados, impuso ayer penas que suman doce años de cárcel para los cuatro implicados en un alijo de cocaína y hachís que requisó la policía en Eivissa en octubre de 1995 al investigar el posible comercio que se llevaba en un bar. El principal acusado, Julián Barragán Boned, fue detenido tres años después con la misma cantidad de droga -300 gramos de coca y cinco kilos de hachís- y recientemente ha vuelto a ser arrestado en circunstancias similares.
El acuerdo entre las partes supone que Barragán Boned acepta cumplir cuatro años y dos meses de prisión como autor de los hechos que se juzgaban ayer. A su compañera María Blanca Epifanía Rodríguez - también detenida en la operación del pasado día 9- se le imponen tres años y un mes por su complicidad con el otro acusado. Los otros dos procesados, Antonio Cuenca Ramírez, y Antonio Aranda Rubiales se conformaron con penas de tres años y dos años y cuatro meses respectivamente. Los cuatro acusados, condenados también a multas comprendias entre los 60 y los 40 millones, se jugaban en principio hasta los doce años de cárcel pedidos al principio de la causa. La sentencia tiene en cuenta la adición de dos de los acusados y que todos ellos no eludieron en ningún momento la acción de la justicia.