Desde que ha empezado el verano casi todos los días se practican detenciones por la posesión ilegal de estupefacientes: ya son casi medio centenar de arrestos, entre la última semana de junio y lo que llevamos de julio, por delitos contra la salud pública.
La mayoría de las detenciones se deben a la intensificación durante este verano de los controles en zonas de ocio donde acuden mayoritariamente turistas, una labor que está efectuando tanto la Guardia Civil como la policía. Aparte están las investigaciones emprendidas por el Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas (Gifa) de la Benemérita y la unidad de Estupefacientes de Comisaría. A ello hay que añadir el trabajo de la unidad nocturna de la Policía Local de Sant Antoni, que en sus patrullas rara es la noche que no soprende a algún pequeño traficante. Las aprehensiones que se efectúan, principalmente éxtasis, no son cuantiosas por las precaucion que toman los traficantes habituales en el verano, una actividad que casi siempre está en manos de turistas y que muchas veces se relaciona a una buena forma de ganar dinero para pasar unas buenas vacaciones en la isla. A principios de mes el Gifa efectuó en Can Marçà la operación más importante de la temporada, incautándose de más de un kilo de cocaína, mil comprimidos de éxtasis y casi un kilo de marihuana.
El 23 de junio se detenía a un inglés en Sant Antoni en posesión de 48 pastillas, speed y hachís. El 27, dos socios de una empresa de vigilancia eran sorprendidos con casi 200 gramos de cocaína, valorados en más de dos millones de pesetas. El 28 del mismo mes se practicaba la detención de un alemán con 45 gramos de cocaína, preparada en 22 papelinas. Un día más tarde, el 29, eran detenidos en Sant Antoni un senegalés, con 8 comprimidos de éxtasis, y un británico, con 17 pastillas.