El cadáver hallado anteanoche flotando junto a un acantilado de Santa Eulària, en la «Urbanización Siesta», es el del británico de 62 años cuya desaparición fue denunciada el pasado jueves. Así lo confirmó a la Guardia Civil la familia de Edward R.F. quien en las últimas horas ha reconocido el cuerpo, encontrado por una pareja de la Benemérita enganchado entre unas rocas.
Las fuerzas policiales de la isla estaban alertadas desde el pasado jueves de la desaparición de dicha persona, un hombre que sufría la enfermedad de Parkinson y que según todos los indicios se había perdido tras ausentarse de su lugar de residencia. La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa comenzó las gestiones de identificación a primeras horas de la noche nada más ser sacado del agua el cuerpo, rescatado por agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del instituto armado que en esta ocasión contaron con el apoyo de los bomberos.
A falta de lo que determine la autopsia, todo indica que Edward R.F. cayó al vacío en un desgraciado accidente tras despeñarse sólo por el acantilado. Su cuerpo quedó desde entonces en el mar en una zona de rocas hasta que fue descubierto cerca de las ocho y media de la tarde de ayer.