Fuentes policiales han afirmado que el móvil por el que un constructor presuntamente mató la semana pasada en Gran Canaria a dos personas fue económico, ya que el detenido reclamaba dinero a los responsables de la promotora para poder pagar a sus obreros. El supuesto homicida, un ex policía de 60 años se encuentra ya en prisión.
Algunos trabajadores de la obra donde sucedieron los hechos confirmaron que a principios de cada mes solían entablarse discusiones por motivos económicos entre el autor de los disparos y los fallecidos, quienes se desplazaban regularmente a Gran Canaria desde Galicia para supervisar la marcha de las obras que promovían.
El doble crimen se produjo sobre las 09.45 horas del viernes, cuando J.M.C., tras discutir con los promotores, les disparó cinco balas con una pistola para la que poseía licencia de armas.