Unas 300 personas fueron desalojadas en las poblaciones valencianas de Sagunto y Canet de Berenguer en la madrugada de ayer ante el riesgo de desbordamientos, mientras que la mejora del tiempo ha permitido retirar las alertas en Andalucía y Melilla y el retorno a la normalidad en la mayoría de las comunidades afectadas. La lluvia ha dejado tras de sí el trágico balance de cinco muertos y tres desaparecidos, dos niños en Lorca y Tarragona y una mujer en Cartagena.
Protección Civil ha retirado las alertas en la comunidad andaluza y en Melilla, y el Instituto Nacional de Meteorología (INM) anunció que la situación de «gota fría» se está debilitando y desaparecerá definitivamente hoy, aunque sigue el riesgo de lluvias torrenciales en las provincias de Castellón, Tarragona y Teruel.
Las lluvias originaron en las últimas horas la subida del nivel de las aguas de la presa del Algar -lo que obligó a desalojar a unos 300 vecinos de las poblaciones de Sagunto y Canet de Berenguer-, y el desbordamiento del río Belcaire, que que motivó el traslado de 50 personas en Moncofa (Castellón). La situación en el pantano de María Cristina, en Alcora (Castellón), que anteayer comenzó a desbordarse, se ha normalizado al bajar su nivel de agua.
Igualmente, durante la noche no llovió en la zona más afectada de Tarragona por lo que el río Ebro no provocó inundaciones de importancia en áreas pobladas y sólo resultaron afectados algunos campos de cultivo próximos a la localidad de Deltebre, en pleno Parque Natural del Delta del Ebro.
Los resctaes de personas que quedaron atrapadas, sin embargo, han continuado en los últimos coletazos del temporal. En la zona de la Marjalería de Castellón limítrofe con Benicássim se actuó así como en distintas localidades de Castellón. Desde que comenzó la «gota fría», las reservas de agua en los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (han aumentado 107'5 hectómetros cúbicos. Las autonomías afectadas ha anunciado la solicitud de ayudas.