La Policía Municipal desmanteló el pasado viernes en Madrid un local donde se fabricaban al menos 2.500 discos compactos ilegales al día, informaron fuentes de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que consideran que se trata de «la mayor fábrica de discos piratas de la que se ha tenido noticia» en España.
Los agentes se incautaron de 5.677 discos piratas, 45.000 discos vírgenes listos para ser grabados, 49 duplicadoras informáticas en funcionamiento y otras 41 embaladas, un escáner, dos impresoras, dos equipos informáticos completos y una plastificadora con la que se precintaban los discos para conferirles mayor apariencia de originalidad.
El material, valorado en unos treinta y dos millones de pesetas, se encontraba en el sótano de un local situado en el número 15 de la calle de Galileo (Moncloa), escondido tras una alfombra y una trampilla, y cuyo dueño -el ciudadano chino C.M.K.- fue detenido y puesto a disposición judicial.
La fábrica clandestina, según la SGAE, servía para abastecer a decenas de vendedores callejeros, que se hacían con los discos a 400 pesetas la unidad y luego los vendían, en zonas transitadas de la ciudad, a mil pesetas cada uno.
El almacén desmantelado disponía de un listado de 300 referencias discográficas de actualidad, de las que las más pirateadas eran «El alma al aire», de Alejandro Sanz; «El viaje de Copperpot», de La Oreja de Van Gogh; «Vivo», de Luis Miguel, y «Noche de cuatro lunas», de Julio Iglesias.