Un joven de Lleida, que lleva casi dos años en la cárcel como presunto autor de la muerte de un vecino suyo, ha confesado el crimen después negar su autoría en los numerosos interrogatorios a los que había sido sometido en este tiempo. Manuel Velasco sorprendió anteayer al juez que lleva el caso cuando solicitó desde la cárcel de Ponent de Lérida que quería declarar de nuevo. El joven, que siempre había afirmado que el crimen había sido cometido por una tercera persona, se confesó finalmente autor de la muerte de Francisco Gallardo Bonillo y dijo que mató a su vecino para robarle la cartera.
El cadáver de la víctima apareció en un descampado de la localidad de Rosselló el 14 de junio de 1998 con la cabeza destrozada. El asesino utilizó unas tijeras de podar árboles, que se hallaron en el coche del homicida ahora confeso, que trabajaba como jardinero. Velasco declaró que la víctima, que dormía, se despertó cunado descubrió que le robaban la cartera.