Unos cuatrocientos agentes continuaban ayer la búsqueda de Albert Foulcher quien el pasado lunes asesinó a cuatro personas, dos de ellas policías, en el departamento de L'Aude (sur de Francia) y que logró darse a la fuga tras sus crímenes, según fuentes de la Gendarmería.
Sobre Foulcher, un ex agente de seguros de 49 años, pesa una orden de búsqueda internacional dado que había sido condenado a cadena perpetua en rebeldía el año pasado por el asesinato en 1993 de un compañero al que le había comprado el bufete.
Ayer acudió en Narbona al domicilio de una pareja que había declarado en su contra en el juicio en el que fue sentenciado en rebeldía y, durante una pelea, asesinó a Pascal Herrero, amigo de su ex esposa. También asesinó a tiros a dos policías que habían acudido al lugar. La cuarta víctima es un agente de seguros, también testigo de cargo en el mismo juicio, que fue asesinado a escasa distancia del lugar en el que se produjeron los otros tres crímenes.
Durante su huida, Foulcher se saltó un control policial y abrió fuego contra los agentes, mientras que fue visto por última vez anoche a bordo de un Mercedes en la autopista A9 entre Montpellier y Roquemaure (Gard, sur). Cuatrocientos policías y gendarmes siguen su rastro, pero las barreras desplegadas en diferentes peajes de esa autopista a una altura de unos cien kilómetros, no han permitido hasta ahora interceptar al asesino. La policía aseguró anoche que el móvil del asesino era la venganza.