La víctima, una conocida empresaria de la hostelería, hacía un mes que se había separado de su marido, Juan C., de 40 años. El matrimonio tiene dos hijos, una niña de doce años y un adolescente, que vivían con la madre en un lujoso chalet de la calle Azaleas número 2 de Cala Bona, en el término de Son Servera.
A primera hora de la mañana el acusado se presentó en la vivienda y discutió acaloradamente con la mujer. A continuación blandió un cuchillo y la apuñaló en nueve ocasiones, hasta dejarla malherida en la bañera, en un gran charco de sangre. En la casa, además de la mujer y la hija, se encontraba en esos momentos un sobrino de Isabel María, que intentó infructuosamente impedir la agresión y se enfrentó con el agresor.
Juan C., a continuación, huyó a bordo de su coche y durante el trayecto tuvo un pequeño accidente. La Policía Local interceptó al conductor, pensando que iba bebido, y cuando éste se apeó del coche les espetó: «He matado a mi mujer», por lo que fue inmediatamente detenido. Una Uvi móvil del 061 auxilió a la empresaria, estabilizó sus constantes y la evacuó hasta el Hospital de Manacor.
Allí fue operada de urgencia ya que una de las puñaladas le había afectado el bazo, el pulmón y el diafragma y hacía peligrar su vida. El resto de cuchilladas las recibió en el cuello, el brazo, la rodilla y la zona lumbar. Su estado, al ciere de esta edición, era crítico.