El único tripulante del catamarán francés «Raphanne» pudo llegar sano y salvo a tierra después de que, al parecer de improviso, comenzara a arder la embarcación cuando se hallaba en la costa norte de Eivissa. El incendio movilizó a la Guardia Civil y al Centro Regional de Salvamento Marítimo a primera hora de la mañana después de que el servicio de emergencias 112 diera parte del incendio. El fuego en la embarcación siniestrada pudo ser extinguido tras intervenir efectivos del Parque Insular de bomberos en sa Cala de Sant Vicent, lugar donde el «Raphanne» quedó semihundido y volcado con numerosos daños y sin peligro alguno para la navegación.
Las llamas en el catamarán aparecieron sobre las siete de la mañana por causas que está investigando la Guardia Civil. Una patrulla de la Benemérita verificó que el único tripulante que iba a bordo se encontraba en tierra sin haber sufrido daño alguno y dio aviso al Centro Regional de Salvamento Marítimo cuando el «Illes Pitiüses» ya navegaba hacia sa Cala. Esta misma embarcación comprobó los graves daños sufridos por el catamarán en un incendio que fue dado por completamente extinguido por los bomberos tres horas después de recibirse el aviso.
Salvamento informó de que, pese a no existir riesgos para la navegación, se había dado aviso a una empresa especializada para examinar la zona y rescatar los restos que pudieran quedar dentro del mar.