Los equipos de rescate comenzaron ayer las obras para levantar los vagones más dañados en el accidente ferroviario del pasado miércoles en Selby (norte de Inglaterra), causado por la caída de un vehículo a la vía del tren. La Policía del Transporte británico, que en días anteriores había calculado en trece el número de muertos en el accidente, ha reducido esta cifra y ahora considera que son diez las víctimas mortales.
No obstante, ha puntualizado que este número podría aumentar de nuevo si se encuentran cadáveres bajo los dos vagones que aún quedan por levantar. Según el superintendente Tony Thompson, «esos vagones han quedado seriamente aplastados y hay espacios que no hemos podido examinar. No sabremos lo que nos vamos a encontrar hasta que no movamos esos vagones».
El accidente se produjo a primeras horas de la mañana del miércoles, cuando por causas aún desconocidas un coche grúa que transportaba otro vehículo cayó a la vía por un terraplén. Aunque el conductor del coche trató de alertar los servicios de urgencia, no pudo evitar que un tren de pasajeros que cubría la ruta Newcastle-Londres arrollara el vehículo y descarrilara ligeramente. Un tren de mercancías que circulaba en dirección contraria chocó entonces contra el convoy de pasajeros, en el que viajaban un centenar de personas.