Seis personas han muerto y otras once se han visto en dificultades con riesgo para su vida por incidentes ocurridos en lo que va de verano en las costas de las Pitiüses. Algunos de ellos fueron auxiliados en el mar por embarcaciones de Cruz Roja o de Salvamento Marítimo, otros precisaron reanimación a pie de playa por personal sanitario del 061. Cala Jondal, ses Salines y Portinatx han sido los escenarios de las tres víctimas mortales que se han registrado este mes, la última precisamente anteayer. Para algunas estadísticas figurarán como ahogados, aunque en el caso de Cala Jondal los indicios apuntaban a un infarto y en el de ses Salines a un accidente mientras se practicaba esquí acuático.
En casi todo los fallecidos por parada cardiorrespiratoria, se detecta que sufrieron esta dolencia tras realizar un esfuerzo. Otro tanto de lo mismo ocurre al analizar lo ocurrido en el mes de junio. También en Cala Jondal falleció de un paro cardiaco un turista alemán -la misma nacionalidad del fallecido en Portinatx-, causas que parecen estar también detrás de otro caso habido en la playa de es Arenals, en Formentera. A todo ello, se une también la muerte del joven madrileño que perdió la vida en la costa de es Codolar al hundirse el barco en el que navegaba con otro tripulante que logró alcanzar a nado la costa.
Los socorristas y los servicios médicos del 061 tuvieron recompensa a sus esfuerzos en dos intervenciones que se llevaron a cabo este mes en Cala de Bou y en la playa de ses Figueretes. Así, el pasado lunes, se pudo salvar la vida a un británico de 29 años que fue auxiliado por varias personas que iban en un velomar cuando le vieron sumergirse sin que saliera a flote. El 061, asimismo, evacuó a una joven de 17 años con síntomas de ahogamiento cuando a principios de mes se bañaba en ses Figueretes.
Durante junio, además, se rescató a dos personas que se vieron en apuros en una motora en la costa de es Vedrá y a otra persona que sufrió un accidente cuando navegaba por las cercanías de es Cap des Falcó.La reanimación también fue posible cuando un turista belga perdió el conocimiento en una piscina de un establecimiento turístico de Port des Torrent. Ocurrió a finales de junio, el mismo mes que socorristas de Cruz Roja, en tan sólo un fin de semana, tuvieron que sacar del agua en Arenals a cinco personas que entraron en el mar sin hacer caso a los avisos.