La Dirección General de Policía pondrá en marcha en Valencia la segunda fase del Programa Policía 2000, conocido como el 10x10, con el que se pretende actuar en las ciudades españolas donde se ha detectado mayor números de delitos. Con esta iniciativa, que se aplicará posteriormente en Balears, se pretende perseguir el tráfico de drogas, el crimen organizado, los grandes delitos económicos y blanqueo de dinero, las redes de inmigración ilegal y todo tipo de delitos contra el patrimonio, las personas, la libertad sexual, los de ámbito familiar, contra menores y tecnológicos.
El director general de la Policía, Juan Cotino, explicó que esta iniciativa se pondrá en marcha en Valencia como experiencia piloto y luego se extenderá a otras nueve áreas geográficas como son, además de Balears, Madrid, Cataluña, Sevilla, Costa del Sol, Alicante, Las Palmas, Tenerife y Galicia, en las que se producen el ochenta por ciento de los delitos.
Según explicó Cotino, la decisión de poner en marcha este programa tiene que ver con el aumento de flujos migratorios en España y la inseguridad ciudadana que existe en estos momentos. Para Cotino, «los extranjeros autores de delitos han aumentado un 56'2 por ciento respecto al año 2000, mientras que la autoría de los españoles se ha visto reducida en un 0'7 por ciento». En este sentido, Cotino destacó «la importancia que tiene que la Policía de todos los países de la Unión Europea trabajen conjuntamente en la lucha contra el crimen organizado» y por ello, destacó que la propuesta de España para la próxima reunión de la Europol será la «creación grupos mixtos de investigación entre las policías de diferentes países».
Cotino explicó que el programa 10x10 adopta dos tipos de medidas, una en el ámbito de la Comisaría General de Policía Judicial, dentro de la cual se creará una Unidad de Análisis e Inteligencia y se adecuarán las Unidades de Drogas y Crimen Organizado (Udyco). La segunda de las medidas se realizará en el ámbito de la Comisaría General de Extranjería y Documentación, desde la que, según Cotino, se trabajará para combatir las redes de explotación de inmigrantes, realizar un control más riguroso de los puestos fronterizos, adecuar las estructuras en las áreas geográficas donde los problemas sean más graves e impulsar planes de modernidad para facilitar la documentación a los españoles lo más rápido posible.