Un extranjero, posiblemente un turista de nacionalidad suiza y cuya identificación definitiva estaba pendiente ayer, perdió la vida a primera hora de la madrugada en sa Penya al caer al mar desde una altura de unos tres metros, en la zona amurallada comprendida al final de la calle de la Virgen. El Cuerpo Nacional de Policía ha abierto la preceptiva investigación para aclarar todos los pormenores de una muerte que, en principio, se presume accidental, según todas las fuentes consultadas por este periódico.
Una embarcación de Cruz Roja intervino para facilitar la evacuación de la víctima, quien ya cadáver y con permiso judicial fue llevado hasta el muelle pesquero del puerto de Eivissa para su traslado al tanatorio. Fuentes policiales indicaron que las primeras investigaciones emprendidas sustentan la hipótesis más probable de que el fallecido cayera al vacío de espaldas, sin descartarse, como hecho muy probable, que hubiera otra persona con él en el momento de ocurrir todo.
Estas mismas fuentes, al ser interpeladas por informaciones recogidas por este diario que apuntaban a que el accidente se había producido cuando la víctima huía de una dotación, dejaron bien claro que esto no era cierto y que la actuación de Comisaría se produjo tras hallarse un cuerpo en el agua. Tras ello, se pidió ayuda a Cruz Roja, cuyo personal sanitario ya no pudo hacer nada por el accidentado al encontrársele ya muerto.