Diez integrantes de una familia han sido condenados por la Audiencia Provincial de Madrid a un total de más de 200 años de prisión por matar a un joven de otro clan familiar, al que atacaron con palos y cuchillos en el poblado del Cerro de Las Liebres, tras una discusión por un espacio para aparcar. La sentencia declara probado que el 28 de junio de 2000, el fallecido, R.S., de 24 años, al pasar por un camino del poblado con su furgoneta, retiró unas tablas que había colocado C.S.T. para delimitar un espacio para colocar su vehículo, tras lo que ambos iniciaron un forcejeo.
Posteriormente, se creó una «latente tensión» hasta que los familiares de C.S.T. se reagruparon y, al comprobar que superaban en número a los de R.S., decidieron, dos horas después, atacarles provistos de palos, cuchillos y bastones. Así, los procesados «emprendieron un ataque violento» contra R.S., a quien pretendían matar, y también contra su padre, hermanos y su primo, a quienes «golpearon indiscriminadamente».
Durante la pelea, el padre de C.S.T., que gritaba «matarles, matarles», dio un navajazo en el corazón a R.S., lo que le causó la muerte, según la sentencia. Cuando R.S. cayó al suelo, su padre trató de asistirle pero fue apuñalado en el hígado por C.S. La Audiencia Provincial estima que los procesados actuaron con la única intención de dirigir una acción violenta contra la familia del fallecido y especialmente contra éste, «con el propósito de matar».