Otras dos personas supuestamente pertenecientes a los grupos que este verano están operando en la isla con la denominada técnica del «lazo libanés» fueron detenidas ayer tras descubrírseles en un cajero. Esta vez fueron sorprendidos por agentes de la Policía Local de Sant Josep cuando los dos sospechosos extraían una tarjeta obtenida mediante el citado sistema en un cajero de Cala de Bou. Además, a ambos se les intervinieron 62.000 pesetas, dos tarjetas unidas con celo, así como otras que tenían en su poder. La cantidad requisada se supone obtenida tras haber conseguido engañar en otras operaciones a sus víctimas.
El arresto del rumano Marian P., de 33 años, y del checo Karel L., de 39, tuvo lugar sobre las diez de la noche. Los agentes que intervenían tuvieron que pedir refuerzos durante el servicios. Ambos sospechosos fueron luego entregados a la Guardia Civil para que la Benemérita continúe las indagaciones que se consideren precisas.
El `lazo libanés consiste en un artilugio implantado en los cajeros automáticos que simula la obertura para las tarjetas y las atrapada en su interior gracias a un lazo realizado con cinta magnética de vídeo. Para obtener el número secreto, los estafadores se ofrecen para `ayudar a la víctima. Primero le indican que marque de nuevo el número secreto (lo que observan sin disimulo). De no poder hacerlo, ofrecen al usuario un número de anulación de tarjetas y que en realidad es el de un compinche que, de este modo, obtiene el número secreto. Posteriormente recuperan la tarjeta del cajero y la utilizan fraudulentamente.
Las fuerzas policiales de Eivissa han realizado sólo durante esta temporada turística cerca de una decena de detenciones realizadas con este tipo de robos. Los integrantes de los grupos que operan con el «lazo libanés» suelen proceder de países del Este de Europa.