Se presentan como empleados encargados de recoger el dinero de la máquina, preferentemente las de refrescos, entablan una conversación normal con un responsable del establecimiento y luego se despiden tras haber vaciado la recaudación usando una llave aparentemente normal. Nada extraño si no fuera porque días después, incluso horas, llega el verdadero empleado al que ese día corresponde hacer la ronda para tomar el dinero de las máquinas que en esa jornada han quedado a su custodia. Así, con este procedimientos, han sido vaciadas varias máquinas en Eivissa, según confirmaron varias fuentes afectadas, incluidas empresas, conocedoras del caso.
El robo se comete sin ningún riesgo. Nadie sospecha nada porque los recaudadores cambian con frecuencia. El falso empleado suele vestir con normalidad y, con toda tranquilidad, dice que viene a vaciar la máquina haciendo gala de una absoluta naturalidad.Para abrirla no emplea ningún tipo de violencia ni herramienta extraña. Delante de las personas que haya en el local, la abre usando una llave que resulta ser tipo para este tipo de máquinas. Coge todo el dinero y se despide amablemente diciendo que «hasta la próxima ocasión». La cuantía de los robos no es en casi ningún caso elevada, porque raramente se deja que la máquina se encuentre completamente llena de dinero.De las informaciones recogidas por este periódico, ha trascendido que lo ocurrido durante las últimas semanas ya se había producido esporádicamente en la isla.