Un hombre, de 44 años y empleado de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia (SNFC), que al parecer actuó movido por un arrebato de locura, desencadenó el terror en Tours poco antes de las 10.00 locales (09.00 GMT) de ayer.
A esa hora, Jean-Pierre Roux-Durrafourt, casado y padre de tres hijos, llegó al centro de la ciudad a bordo de su automóvil, un viejo Peugeot 505, se puso un pasamontañas e inició su paseo mortal con aparente tranquilidad y tiroteando a sus víctimas al azar. Las víctimas mortales fueron cuatro hombres de edades comprendidas entre 66 y 34 años. Roux-Durrafourt dejó también casi una decena de heridos a su paso frente a la estación de correos, el Palacio de Justicia y el Ayuntamiento, entre ellos dos tenientes de policía y un gendarme.
Perseguido por la policía, el hombre logró atrincherarse en un aparcamiento subterráneo cercano a la estación ferroviaria de Tours, donde finalmente fue arrestado. Al principio, al parecer, dijo que lo había hecho todo porque se sentía «acosado en el trabajo». El prefecto del departamento de Indre-et-Loire, comentó que el agresor se encuentra en estado depresivo. «Nos encontramos ante un acto de demencia. Es un loco que ha disparado contra objetivos no predeterminados», aseguró.
El prefecto manifestó que el agresor cuenta con «un pasado militar difícil y con una personalidad depresiva y bastante frágil», pero no contaba con ningún tipo de antecedentes judiciales.