La investigación acerca de los sucesos ocurridos en el cementerio de Sant Joan, con su enterrador como protagonista, continúa. Al parecer, según ha podido saber este periódico, Martín M.M. no cobraba altos precios por los ataúdes que desenterraba para venderlos posteriormente como nuevos, un negocio al que llevaba dedicándose desde hace varios años, aunque a pequeña escala. El sospechoso violaba las tumbas y depositaba los restos en otro lugar días después del funeral.
Martín M.M., conocido también como El Pinturas y que además de su ocupación como enterrador realizaba otros trabajos de mantenimiento, se enfrenta ahora a un delito contra la seguridad colectiva, por presunta exhumación ilegal de cadáveres. La investigación dio comienzo tras recibir la Guardia Civil tres denuncias.
En un principio se barajó la posibilidad de que Martín M.M., nacido en Granada hace 49 años, estuviera realizando obras en el interior del camposanto sin tener las preceptivas licencias municipales, una posibilidad que, al parecer, ha sido descartada tras una minuciosa investigación, llevada a cabo bajo un estricto secreto por la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Eivissa.
Por otra parte, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, se mostró dispuesto a depurar todas las responsabilidades que sean precisas para aclarar lo sucedido. Marí remarcó que el Consistorio actuará con contundencia si las investigaciones confirman las sospechas vertidas sobre Martín M.M.