Encontrar una solución a la problemática causada por el tráfico de droga en el barrio de sa Penya. Este es uno de los objetivos principales del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa. El comisario, Àngel Marí, apuesta por una 'impermeabilización' de la zona. Es decir, un control de los principales accesos al barrio para intentar disminuir la preponderancia de las sustancias estupefacientes en sa Penya. Según el comisario, una operación que permitiera ''impermeabilizar' el barrio precisaría de una fuerza integrada por cuarenta y cinco agentes.
«Se colocarían dos agentes en cada una de las vías principales de acceso a sa Penya, en turnos de ocho horas, más los agentes que patrullaran por el interior del barrio», explica Marí, aunque reconoce que dicho operativo también tendría límites al indicar que este despliegue «no significa que sea posible sellar completamente sa Penya». «Hay que tener en cuenta -continúa- que deberíamos actuar contra todas las tretas que utilizarían los delincuentes para introducir la droga en el barrio».
Otra de las posibilidades contempladas desde Comisaría es la de llevar a cabo una 'impermeabilización técnica' de algunos puntos. «Se cerrarían con verjas de hierro los lugares en los que algunos drogodependientes se inyectan, porque saben que en plena calle es peligroso y en las casas en las que adquieren la droga tampoco pueden, pues es un riesgo para los 'camellos' en caso de ser descubiertos». En este sentido, la policía lleva un control exhaustivo de todas las viviendas 'ocupadas' por los drogodependientes. Muchas de estas casas están abandonadas, tal y como apuntan desde Comisaría.
Pero la policía encuentra otros obstáculos, tal y como menciona el comisario: «En muchas de las casas donde se vende droga se han instalado unas verjas de hierro, vendiendo la droga a través de los barrotes. Si un agente viera como se realiza una venta se consideraría delito in fraganti y podría registrarse la casa, pero impiden el acceso a ella manteniendo las rejas cerradas». Y además de verjas de hierro, perros. Desde Comisaría se ha elaborado un informe, según relata Marí, en el que se han contabilizado hasta 31 perros en los alrededores de la calle Racó de Santa Llúcia. «Son grandes perros -señala el comisario- que dificultan la tarea de vigilancia en el barrio de los agentes durante el día y la hacen casi imposible durante la noche».