El trágico accidente ocurrió poco después de las cinco de la tarde de ayer. El joven, de nacionalidad escocesa y de unos veinte años de edad, estaba acompañado por unos amigos, pero éstos le perdieron de vista durante un momento y cuando intentaron encontrarle ya era demasiado tarde.
Al parecer, la víctima intentó escalar sin ningún tipo de protección una de las paredes de esta popular cala sanantoniense y perdió el equilibrio, cayendo al vacío desde unos veinte metros de altura. Sus amigos se dieron cuenta de que algo había sucedido sobre las 17'30 horas, pero no le encontraron hasta media hora más tarde en el fondo del mar, relataron fuentes policiales.
Tras recuperar el cuerpo del agua, parece ser que lograron llamar la atención de una embarcación que se encontraba en la zona y que, inmediatamente, trasladó al joven malherido hasta la cercana playa de Cala Salada, donde esperaba una UVI móvil del 061 (que recibió el aviso a las 18'16 horas), junto a una patrulla de la Guardia Civil y otra de la Policía Local de Sant Antoni.
La víctima presentaba una gravísima herida en la cabeza, a lo que se sumó el agravante de no saberse cuanto tiempo podía haber permanecido bajo el agua antes de ser encontrado por sus amigos tras sufrir la caída.
Durante varios interminables minutos, los equipos médicos intentaron estabilizarle en la misma playa de Cala Salada, antes de tratar de trasladarlo a un centro hospitalario. Los médicos lograron estabilizarle en un primer momento, por lo que se intentó su urgente evacuación a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario para su posterior tratamiento. A lo largo del trayecto hacia el hospital, la ambulancia que lo trasladaba tuvo que hacer dos paradas para asistirle y, finalmente, las asistencias no pudieron hacer nada por salvarle. Entró en parada cardíaca cuando ya se encontraba muy cerca del centro clínico.