La pareja que fue detenida el pasado mes de marzo por la Guardia Civil tras una investigación que sirvió para poner fin este invierno a una oleada de asaltos a pisos y casas de campo y recuperar cerca de 300 objetos sustraídos aceptó ayer cumplir penas de tres años de prisión por los cargos de robo y receptación por los que fueron procesados.
Soraya Brea Medina, de 29 años, y su compañero Gerardo Perdices Liébana, de 31, fueron juzgados ayer por el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa acusados formalmente cada uno de ellos de un presunto delito de receptación continuado y de un caso de robo. Los dos sospechosos consensuaron este acuerdo después de que ambos llegaran al juzgado jugándose hasta penas de seis años de prisión.
La investigación de la unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil intervino a ambos objetos procedentes de cerca de veinte robos en inmuebles de la isla. La instrucción del caso finalmente resolvió que formalmente sólo había indicios claros de la participación de cada uno de ellos en un caso de robo y que del resto sólo se le les relacionaba con la aceptación de los efectos procedentes de los otros asaltos y que supuestamente recogieron de desconocidos con la intención de obtener de ellos beneficios económicos.
A Soraya Brea, en concreto, se le ha considerado probado un robo en Puig d'en Valls del que se llevó más de un millón de pesetas y efectos valorados en otros dos millones y a Gerardo Liébana su entrada en una vivienda de la calle es Caló de Cala Bou. El resto de objetos recuperados pertenecen a los habidos en Sant Carles, Sant Jordi, Santa Eulària, Can Guasch y urbanización Siesta, así como en Eivissa ciudad. La larga cadena de robos resuelta tuvo lugar de diciembre de 2001 hasta marzo de este año.